Año CXXXV
 Nº 49.471
Rosario,
martes  07 de
mayo de 2002
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Estupor en La Florida por el crimen a balazos de un transportista
Matan a un hombre delante de su esposa frente al garaje de su casa
El agresor, que esperaba escondido, le disparó a la cabeza y huyó. Suponen que intentó un robo que no concretó

Paola Irurtia / La Capital

Un transportista de 67 años fue asesinado de un disparo en la cabeza en el garaje de su casa, a centímetros de su esposa, cuando guardaba el auto en una tranquila cuadra del barrio La Florida. La secuencia del crimen duró un instante y se produjo en el ingreso de la vivienda ubicada en Iriarte al 4200, en el extremo norte de la ciudad. El hombre murió a los pocos minutos, antes de ser atendido. El homicida escapó.
Una sensación de espanto y estremecimiento dominaba ayer a la mañana a los vecinos de la calle donde Mario Heraldo Lencina había vivido durante 30 años. En esa calle había criado a sus hijas, que hoy viven en Estados Unidos, y era una persona apreciada.
Lencina repetía día a día la rutina de guardar el auto y luego el camión que usaba para trabajar en el garaje de su casa. La noche del domingo, alrededor de las 21.30, el hombre volvía a su vivienda junto a su esposa, María Rodríguez, de 57. Habían llevado a la hermana de él a la casa, en la zona oeste.
Como hacían usualmente, María bajó del Peugeot 504 color rojo para abrir la casa y encender las luces. Antes de que el auto terminara de entrar al garaje, un estampido sobresaltó a la mujer, que al volver los ojos encontró a su esposo tirado en el suelo, con la cabeza destrozada por un proyectil. Apenas pudo divisar una sombra escabullirse fugazmente y perderse en la calle.
El crimen ocurrió en segundos y la mujer no pudo escuchar nada de lo que ocurrió entre su esposo y el homicida, contó el consuegro de la pareja, Carlos Wndt.
No era la primera vez que el hombre enfrentaba en el barrio a los ladrones. No hace más de dos meses, según recordaron los vecinos, había sido víctima de un robo.
El domingo, antes de salir por última vez en el auto, Lencina había comentado con sus familiares sobre la presencia de merodeadores en las inmediaciones, contó Wndt. "Incluso discutieron si salían o no, pero decidieron ir de todos modos", señaló. "Tampoco sabemos qué podría haber ocurrido si se quedaban en la casa", indicó.
Las hipótesis de los investigadores de la Brigada de Homicidios y de la comisaría 10ª apuntan a que el agresor tenía intenciones de asaltar al hombre o robar su vehículo. Una de las posibilidades es que el ladrón hubiera esperado escondido entre las plantas de la misma casa, o en la de al lado, para atacarlo.También suponen que el transportista se resistió al robo, y por eso fue baleado en la cara.
Después del ataque, Lencina fue trasladado al Hospital de Emergencias, donde llegó a las 21.50. Pero murió antes de recibir asistencia.
"Recibió un disparo que ingresó a la altura de la órbita ocular izquierda y salió por la zona occipital derecha", indicó un vocero de Homicidios.
Lencina trabajaba como fletero para la distribuidora de productos alimenticios Rosenthal. Tiene dos hijas en Estados Unidos, donde viven desde hace un año y medio. También allá residen dos nietos, de 5 y 7 años. "Las chicas están desesperadas. Además del dolor, ellas se criaron en este mismo barrio", contó un familiar.
Los investigadores indicaron que el proyectil "está muy deformado", pero arriesgaron que corresponde a un revólver de gran calibre.



Lencina vivió durante 30 años donde lo asesinaron. (Foto: Silvina Salinas)
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