Amsterdam/La Haya. - El líder de la extrema derecha holandesa, Pim Fortuyn, fue asesinado ayer a balazos, nueve días antes de las elecciones legislativas, para las cuales los sondeos estimaban que su partido obtendría más de 25 bancas, de las 150 de la Cámara baja. Aunque una encuesta publicada ayer por el diario De Volksrant lo colocaba como virtual ganador de las legislativas y por lo tanto próximo primer ministro. El atentado se produjo cuando el político abandonaba los estudios de una radio de la localidad de Hilversum y se dirigía a su automóvil. La policía anunció que detuvo a un sospechoso.
El asesinato de Fortuyn es el primer atentado contra un político en la historia de la democracia holandesa.
La fuerza policial de Hilversum (en el centro del país) confirmó el arresto de un hombre sospechoso de haber matado al líder derechista en esa ciudad. La policía, que no quiso decir cuándo y dónde lo habían detenido, señaló que el sospechoso "no ha realizado ninguna declaración" aunque fue interrogado.
El dirigente de ultraderecha holandés y candidato a las elecciones legislativas del 15 de mayo, de 54 años de edad, recibió varios balazos en su cabeza y cuello cuando salía de participar de un programa de radio en los estudios de la emisora local de Hilversum.
"Pim Fortuyn ya no está. Es un momento trágico para todos nosotros", declaró el primer ministro holandés, Wim Kok, que agregó que "este no es sólo un ataque contra Pim Fortuyn, sino un ataque contra la democracia porque las diferencias políticas no se resuelven con balas, sino con palabras".
La televisión pública holandesa NOS abrió su informativo nocturno anunciando su muerte. Imágenes del informativo lo mostraban tendido en un estacionamiento, oculto a medias entre automóviles. Poco después, unos 300 seguidores de Fortuyn se congregaron en las inmediaciones del Parlamento en La Haya para manifestar su protesta por el atentado. La televisión pública holandesa informó que los congregados incendiaron al menos dos vehículos en el estacionamiento subterráneo del Parlamento.
Manifestación y protestas
Los manifestantes portaban consignas contra los partidos tradicionales y algunas alusivas al primer ministro dimisionario, como la que preguntaba "Kok ¿estarás ya contento?". "Es culpa de los medios de comunicación", gritaban algunos manifestantes. Otros repetían "Holanda está enferma".
Los partidos políticos holandeses habían aislado a Fortuyn por sus manifestaciones políticas radicales que en ocasiones rayaban en la xenofobia.
Fortuyn irrumpió recientemente en la política holandesa. Había obtenido en las elecciones municipales de marzo cierta representación con 17 de los 45 escaños en la municipalidad de Rotterdam, segunda ciudad del país. Los últimos sondeos auguraban a su partido, la "Lista Pim Fortuyn", más de 25 bancas en la Cámara baja en las legislativas del 15 de mayo, lo que lo hubiera convertido en el tercer partido del país después de los laboristas y los democristianos.
El diario holandés De Volksrant publicó ayer una encuesta de la empresa Intomart que concedía a Fortuyn la victoria en las elecciones legislativas y, por tanto, el papel de próximo primer ministro holandés.
Conmoción general
El repudio al atentado no se hizo esperar y, en ese sentido, el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Javier Solana, condenó el asesinato al que calificó de "terrible".
Un portavoz del partido de extrema derecha austríaco FPO (Partido para la Libertad) de Haider, integrante de la coalición gubernamental en Viena, dijo estar "conmocionado" por el atentado. "Es una locura. Todo empieza con palabras violentas" aseguró Karl Schweitzer.
El presidente del Movimiento Nacional Republicano de extrema derecha francés (MNR) Bruno Mégret, también se declaró "profundamente conmocionado por el trágico atentado" contra Fortuyn, "cuyo éxito político y temas de campaña seguía con interés y simpatía".
Su homólogo del partido de extrema derecha flamenco el Bloque Flamenco (Vlaams Blok), Frank Vanhecke, se declaró asimismo "conmocionado pero no sorprendido". Por su parte, el canciller belga, Louis Michel, estimó que "la muerte de un hombre en condiciones tan dramáticas e inaceptables es siempre penosa". (AFP, Reuters y Télam)
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