El ministro de Economía, Roberto Lavagna, negó tajantemente que el gobierno piense establecer controles de precios para contener la inflación y revivir la ley de abastecimiento para asegurar la provisión de gasoil y medicamentos. La negativa de Lavagna a aplicar ese tipo de medidas tensó al máximo la relación con el secretario de Defensa de la Competencia, Pablo Challú, quien es el autor de la propuesta. Voceros del Palacio de Hacienda indicaron que el titular de Economía ya tendría resuelto pedirle al funcionario que dé un paso al costado. "No, terminantemente, no", fue la enérgica y seca respuesta que dio Lavagna cuando fue consultado sobre la iniciativa que fue elevada directamente al presidente Eduardo Duhalde por el secretario de Defensa de la Competencia, Pablo Challú. Voceros de esta secretaría dijeron que un decreto de necesidad y urgencia y un proyecto para su posterior ratificación parlamentaria destinado a revivir la ley de abastecimiento, se encuentra sobre el escritorio del primer mandatario. Challú pretende poner precios de referencia a ocho productos (harina, pan, aceite, azúcar, papel higiénico, jabón, dentífrico y gasoil) mediante una simple resolución. Además, confirmaron que existe la intención de aplicar la ley de abastecimiento para medicamentos y combustibles mediante el decreto, debido a que "se recibieron denuncias desde el interior". A pesar de ello, Lavagna tuvo que desmentir en dos oportunidades a lo largo del día la intención del gobierno de imponer controles sobre los mercados. Por la mañana en una conferencia de prensa con medios extranjeros descartó la idea, al señalar que "no se plantea imponer un control de precios por ley porque la forma de frenar el alza es a través de una reducción del déficit fiscal consolidado del gobierno central y las provincias, y una política monetaria cuidadosa que no contempla volver a un tipo de cambio fijo". Posteriormente, repitió la desmentida durante el acto en el que el gobierno nacional firmó con el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, la reducción del déficit de esa provincia en un 60 por ciento. La situación fastidió bastante a Lavagna, quien ya tendría decidido pedir el alejamiento de Challú. Sin embargo, y para no ahorrar confusión, fue el propio Lavagna quien confirmó a Challú en horas del mediodía al tomar el control del ministerio de la Producción, que tras la salida de De Mendiguren será controlado por Economía. En el sector empresario, la sola mención del proyecto de control de precios despertó una fuerte crítica de la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Su titular, Jorge Di Fiori, aseguró que el control de precios provocará "un aumento del desabastecimiento y generará un mercado negro".
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