Ramalá.- El primer ministro israelí Ariel Sharon partirá mañana a Washington para mantener el martes un quinto encuentro con el presidente estadounidense George W. Bush, a quien entregará un plan de paz, que describió como el más serio para acabar con la violencia en Medio Oriente. Sobre el documento ideado por su Ejecutivo para poner fin a décadas de violencia con los palestinos, el premier dijo que tiene previsto presentar a Bush "un plan de paz tan serio, como Israel no ha ofrecido nunca".
Sharon reiteró ayer a los miembros del gabinete de seguridad su apoyo expreso a la creación de un Estado palestino independiente, pero "en un futuro". "No se trata de una postura nueva, porque ya la expresé en el pasado", respondió al recibir cuestionamientos de sus ministros más conservadores, a quien convocó para analizar el viaje a EEUU. Simultáneamente, exigirá un cese total del terrorismo palestino antes de avanzar en el canal diplomático" e instará a la Autoridad Nacional Palestina a "fusionar sus fuerzas de seguridad para garantizar su estabilidad política". La visita de Sharon a Washington es considerada crucial, en momentos en que EEUU y la Unión Europa preparan la convocatoria a una cumbre internacional sobre el conflicto.
Cumbre internacional
Este anuncio estadounidense fue bien recibido por el líder palestino, Yasser Arafat, a quien el gobierno de Sharon rechaza como interlocutor para buscar la paz. Arafat aplaudió la convocatoria de esta conferencia para la paz en Medio Oriente. "Aceptamos la idea de una conferencia internacional", declaró Arafat a la prensa en su cuartel general de Ramalá, precisando que "cualquier solución política debe basarse en la legalidad internacional". El líder palestino, que ayer pasó su segundo día en libertad tras el repliegue israelí de Ramalá, subrayó "la disposición del pueblo y la dirigencia palestinos a entablar amplias negociaciones para resolver todos los asuntos pendientes entre nosotros y nuestros vecinos israelíes bajo los auspicios de EEUU, Europa y los países árabes".
EEUU y la UE quieren revivir los esfuerzos de paz en la región con esta conferencia, cuyo anuncio en Washington el jueves, hecho por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, sorprendió a observadores. El encuentro tendría lugar en junio en Europa a nivel de ministros del Exterior, según el Departamento de Estado norteamericano y participarían, además de EEUU, la Unión Europea y Naciones Unidas, representantes de Egipto, Israel, Jordania, Siria y Líbano.
El diario The New York Times se refirió a la iniciativa como el esfuerzo en Medio Oriente "más arriesgado" del gobierno estadounidense, que hasta ahora se había mantenido reservado. De acuerdo a las declaraciones de Powell, la agenda de la conferencia deberá contener temas de seguridad, reformas económicas, cuestiones humanitarias y "caminos políticos".
Pero mientras se barajaba la posibilidad de volver a la mesa de negociaciones, palestinos e israelíes seguían estancados en una confrontación en la iglesia de la Natividad de Belén, donde un asedio a militantes palestinos que irrumpieron en el templo para ocultarse de las tropas israelíes entró en su segundo mes sin una solución a la vista. Funcionarios palestinos dijeron ayer que habían alcanzado un acuerdo con Israel para llevar alimentos a las personas atrapadas en la basílica. Sin embargo las negociaciones se encuentran congeladas.
En el plano militar, el ejército israelí realizó ayer una incursión contra militantes palestinos en la ciudad cisjordana de Nablús, con un saldo de dos palestinos y un soldado muertos. El ejército dijo que la acción tuvo como objetivo prevenir ataques de militantes y destruir la "infraestructura de terror". (DPA, AFP y Reuters)