París. - El próximo lunes, al día siguiente de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el primer ministro socialista Lionel Jospin presentará su renuncia al presidente saliente Jacques Chirac, quien, elegido o no, seguirá todavía en el cargo. Si Chirac es reelegido el domingo, algo casi seguro, nombrará rapidamente un nuevo primer ministro que formará el gobierno. Chirac no ha dado indicaciones al respecto pero debería tratarse de una personalidad derechista encargada de conducir a la mayoría presidencial en la batalla por las legislativas del 9 y 16 de junio. Se citan los nombres de Jean-Pierre Raffarin y Nicolas Sarkozy, y en menor grado a Philippe Douste-Blazy y Franois Fillon. El hecho de que la mayoría parlamentaria saliente sea de izquierda no es obstáculo para la formación del nuevo gobierno, ya que el nuevo primer ministro no está obligado a pedir un voto de confianza a la Asamblea Nacional y ésta, como ha suspendido sus sesiones el 22 de febrero, no podría aprobar una censura. En cambio, el gobierno no podrá hacer aprobar ninguna ley por esta Asamblea, lo que sin embargo no le impedirá aplicar reformas importantes, como por ejemplo una reducción del impuesto a la renta. Los proyectos de ley deberán ser votados por la nueva Asamblea Nacional, para lo cual la que sea elegida en junio debería ser mayoritariamente de derecha democrática. En caso contrario, se desembocaría así en una nueva cohabitación si la Asamblea es de mayoritariamente de izquierda, o en una situación inédita e inestable, si ninguna mayoría se establece en caso de que los diputados del Frente Nacional queden en posición de árbitros. (AFP)
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