En caso de continuar los cuestionamientos a su gestión, el presidente Eduardo Duhalde dejó abierta ayer la posibilidad de llamar a un plebiscito para legitimar su mandato, aunque aclaró que "en este momento no estamos para convocatorias".
José Pampuro, coordinador general de la Presidencia y uno de los más estrechos colaboradores del jefe del Estado desde hace años, había sido el encargado de dar la primera confirmación oficial de lo que hasta ahora era sólo una versión.
"Si bien el gobierno no considera, por ahora, hacer el plebiscito, si la situación así lo requiere se hará", dijo el funcionario.
El lunes, cuando trascendió que existiría un sector en el Ejecutivo que impulsaría una consulta de este tipo para legitimar el mandato presidencial, el propio Duhalde salió a frenar las versiones: "No, no hay nada de eso", había dicho el jefe del Estado.
Pampuro justificó la idea del plebiscito en que hay "gobernadores, algunos con razones políticas y otros con razones provinciales", que debilitan la legitimidad de la gestión presidencial.
En ese sentido, señaló al santacruceño Néstor Kirchner como uno de los que "vienen planteando una necesidad de elecciones", al igual que el cordobés José Manuel de la Sota, "un hombre que debe estar evaluando su propia estrategia política", dijo.
Para marcar las diferencias, el funcionario explicó que hay encuestas que dicen que la gente "quiere que este gobierno, más allá de las inclinaciones que tiene el gobierno del presidente Duhalde, finalice su mandato".
Antecedentes
La figura del plebiscito o consulta popular quedó incorporada a la Constitución nacional en 1994 y el Congreso la reglamentó recién en mayo del 2001.
Su único antecedente a nivel nacional fue la convocatoria realizada en 1984 por el entonces presidente Raúl Alfonsín que logró por ese mecanismo legitimar el acuerdo con Chile por el canal de Beagle, en tanto Duhalde como gobernador de Buenos Aires apeló a este mecanismo en 1994 para reformar la Constitución que lo habilitó para la reelección.
La revelación del presidente y Pampuro dejó al descubierto la profunda preocupación que existe en el gobierno por la campaña contra la gestión duhaldista desde sectores internos del propio justicialismo.
Como una contraembestida, el próximo viernes los intendentes del Partido Justicialista bonaerense harán una manifestación de apoyo al presidente en la Plaza de los dos Congresos cuando se inaugure el nuevo período ordinario de sesiones del Parlamento.
Reglas de juego
Apenas conocida la posibilidad de convocar a la ciudadanía para que se exprese sobre la legitimidad del mandato presidencial, la idea generó rechazos de la oposición y el oficialismo.
El radical Federico Storani advirtió que no se debe "buscar ni elecciones, ni políticas plebiscitarias ni actos de adhesión del sí, ni todas estas cosas" porque "hoy el problema es mantener cierta continuidad institucional que permita recrear reglas de juego".
En tanto, el justicialista cordobés Carlos Alessandri calificó como "un dislate" la posibilidad de un plebiscito y, en sintonía con el gobernador De la Sota, reclamó un llamado a elecciones anticipadas.
Las constantes fricciones entre Duhalde y algunos gobernadores peronistas llevó ayer al primer mandatario a mostrar por primera vez en público su enojo por la falta de respaldo a su gestión.