Año CXXXV
 Nº 49.401
Rosario,
lunes  25 de
febrero de 2002
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Indagan a un detenido por la muerte de su mujer
Ramona Farías apareció ahorcada y con huellas de golpes. Había denunciado por maltratos a su compañero

El hombre que fue detenido en la investigación de la muerte de su compañera, que apareció ahorcada en su casa de la zona noroeste, será indagado hoy por la Justicia de Instrucción en turno. En tanto, trascendió que la mujer había presentado denuncias por malos tratos.
Ramona Edith Farías, de 32 años, apareció ahorcada en la madrugada de anteayer en una casa interna de Juan B. Justo 8345. En principio se presumió que se trataba de un suicidio, pero como en el rostro de la mujer se observaron signos de golpes y dado que había antecedentes de que sufría malos tratos, se dispuso la detención de su compañero, Claudio Medina, de 26 años.
La pareja convivía en el lugar con una hija de Ramona, de nombre Magalí y de 9 años. Vecinos del lugar afirmaron que el hombre maltrataba a la mujer.
Voceros de la seccional 17ª, donde se realizan las actuaciones por el caso, señalaron que Medina, quien trabajaba como verdulero, "registra antecedentes por lesiones y amenazas". Por otra parte, el hombre "había sido denunciado varias veces por la mujer, a causa de malos tratos".
Medina permanece detenido en la comisaría 17ª y será indagado hoy en el Juzgado de Instrucción de la 6ª Nominación, que también contará con los datos de la autopsia realizada por el Instituto Médico Legal.
Al ser interrogado por la policía, el hombre aseguró que Farías se había suicidado. Ante los vecinos del lugar sostuvo la misma versión. En el lugar se halló un cable de antena de televisión, con el que la mujer se habría ahorcado.
El caso presenta aspectos dudosos, ya que según trascendió la mujer tenía huellas de golpes en la cara. El testimonio de la hija de la víctima puede ser importante, ya que se despertó poco después de la muerte de Farías y observó a Medina cuando sostenía el cuerpo de su madre.
El verdulero fue poco después detenido por la policía, mientras los familiares de Farías lo insultaban y trataban de agredirlo.


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