A la inteligencia de Gimnasia y Esgrima La Plata le empató sobre el final la insistencia de Boca, que desde la vuelta de Oscar Tabárez a la conducción del plantel sigue sin ganar en La Bombonera. Pareció que Gimnasia hacía prevalecer su orden táctico y el rendimiento individual de Guillermo Hernando, Jorge San Esteban y Facundo Sava, pero el perseverante Boca rescató un punto mediante un cabezazo de Juan Román Riquelme, quien no cumplió un buen partido. El tanto de Gimnasia lo consiguió Claudio Enría, también de cabeza, a los 29 minutos del segundo tiempo. Poco antes de la paridad en el resultado que estableció Riquelme, el equipo local dispuso de un penal, pero Guillermo Barros Schelotto lo tiró al cuerpo de Hernando y así permitió que el arquero continuara con la suma de intervenciones meritorias. Dio la impresión de que a Boca no le alcanzaba con la agresividad del segundo tiempo y pagaba un precio muy caro a su confusión frente a un Gimnasia bien parado que supo aprovechar su momento, pero Riquelme apareció para ofrecer un oportuno Topo Gigio, luego de un centro profundo y de zurda que le envió el Mellizo desde el sector derecho. El primer tiempo de Boca fue de mayor a menor y el de Gimnasia, de menor a mayor. Boca tuvo la pelota, pero solamente en el primer cuarto de hora la utilizó con cierto criterio en la ofensiva. Trasladó demasiado, no tuvo resolución en los últimos metros y Gimnasia empezó a encontrar facilidades para la salida con Sava moviéndose en ataque desde el medio hacia los dos costados, con Enría complicando por la derecha y con el uruguayo Gonzalo Choy González con mucho espacio sobre la izquierda. Del análisis del primer período se desprende que Gimnasia tuvo menos la pelota, pero fue más profundo y llegó mejor que su adversario. El gol de los platenses fue producto de un córner de Mariano Messera desde la izquierda que cabeceó Sava en el poste más próximo y conectó Enría de arriba hacia abajo. En el segundo episodio, Boca fue más agresivo en la recuperación de la pelota y sumó variantes con el ingreso de otro generador de fútbol como Walter Gaitán. En el primer cuarto de hora el local prácticamente lo ahogó a Gimnasia, pero crecieron las figuras de Hernando y San Esteban para afianzar la defensa. A partir de entonces, el visitante de nuevo encontró la salida porque Boca dejaba mucho espacio para las réplicas. Boca empezó a enredarse, a desordenarse y hasta que Riquelme puso el 1-1. Sava, por un lado, y Delgado, por el otro, dispusieron en el epílogo de chances como para que el cotejo terminara con un vencedor.(DyN)
| |