"En la Argentina hay una vocación especulativa generalizada", señaló Omar Santero y trazó así un panorama sobre flujo de abastecimiento en los últimos dos meses en la Argentina.
Los empresarios pymes consultados por La Capital revelaron que los proveedores "optaron por lo más seguro", que en medio de la crisis financiera y económica, se tradujo en "dejar la mercadería en la estantería".
Moavro, de la firma Kip Fitness Health, indicó que los problemas de abastecimiento se presentaron en dos frentes: "A nivel del mercado interno no había productos y además del aumento de precios faltaba mercadería. Nosotros solíamos comprar 50 motores y sólo nos ofrecían dos", reveló.
Por otra parte, "a nivel internacional al no poder girar dinero afuera también se nos presentaron problemas de abastecimiento".
Vacaciones al por mayor
La misma realidad planteó Santero (Imeca). El empresario indicó que "la primera reacción de los proveedores fue negarse a entregar la mercadería" echando mano incluso de metodologías poco convencionales como tomarse vacaciones prolongadas para evitar vender.
Frente a eso, esa firma optó por autoabastecerse de algunos insumos a través de la propia fabricación. "En nuestro caso hubo una fábrica de ventanillas para ómnibus que cerró sin fecha cierta de apertura y frente a la urgencia de terminar las unidades comenzamos a fabricarlas nosotros", dijo Santero, de Imeca.
En el rubro alimenticio la situación no fue tan alarmante. "En nuestro caso no tuvimos inconvenientes con la provisión de insumos", dijo Lagruta, de Ultracongelados Rosario. Sí en cambio dio cuenta de encarecimiento de productos. "Algunos proveedores tienen stocks y en este tiempo se estuvieron manejando con eso", dijo Lagruta quien consideró esencial para el normal desempeño de la comercialización que los precios vuelvan a los estándares normales.