El vicejefe de gabinete, Juan Pablo Cafiero, confirmó que el gobierno estudia la aplicación de un impuesto especial a las grandes empresas para conformar un fondo de ayuda social, en tanto opinó que la Argentina no cerrará un acuerdo con el FMI sobre la base de un "gran ajuste". Cafiero remarcó que se está pensando en una medida de excepción para que las empresas que "más han ganado o mejor pueden proyectar sus ganancias en el futuro, hagan un aporte extra en pro de alcanzar los más de 2.000 millones que se requieren para acortar la brecha social". "Esta medida se toma porque es un acto de justicia", aseveró Cafiero. El funcionario estimó, sin embargo, que el monto a recaudar para que haya dos millones de beneficiados está "por encima" de esa cifra y calculó que deberían ser "unos 3.600 millones de pesos" adicionales los que habría que conseguir. Cafiero afirmó que "la distancia entre la Argentina y el FMI está condicionando la creación de un fondo social", y consideró que las diferencias están dadas por "no poder conciliar posiciones". "Desde un gobierno soberano como el nuestro, no podemos conciliar sobre la base del esfuerzo y el gran ajuste que se le pide al conjunto del país y básicamente a las provincias", sentenció el vicejefe de gabinete. Consultado sobre cuáles serán las medidas a tomar, señaló que "tienen que salir de dos lugares: de una contribución excepcional de quienes más han ganado en el país o pueden proyectar sus ganancias a futuro, y de la reducción del aparato nacional". Por último indicó que el ahorro también se logrará "aboliendo las jubilaciones de privilegio, el aporte de los jueces al pagar el impuesto a las ganancias, y de lo que nosotros podamos bajar de burocracia política".
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