En un espectacular y sincronizado golpe, una banda integrada por al menos 12 asaltantes copó la comisaría de la localidad de Berrotarán, ubicada en el oeste de la provincia de Córdoba, para luego asaltar en forma simultánea los bancos Nación y Provincia de esa ciudad. Con un botín que rondaba los 36 mil pesos en su poder, los delincuentes huyeron en dos autos que dejaron abandonados en un camino rural y hasta ayer no habían sido localizados. La policía cordobesa sospecha que el mismo grupo protagonizó horas antes dos robos a cooperativas de un pueblo cercano con el objetivo de despistar a los investigadores. También presumen que se trata de los mismos delincuentes que el 21 de enero pasado cometieron un asalto similar en la localidad santafesina de Los Cardos (ver aparte). La secuencia delictiva que sacudió a dos poblaciones del departamento cordobés de Río Cuarto comenzó en la pequeña localidad de Elena, que tiene unos 3 mil habitantes y está ubicada sobre la ruta nacional 36. Entre las 5.30 y las 6 de la mañana de ayer, unos tres asaltantes se llevaron 4 mil pesos de las cooperativas eléctrica y agrícola de esa localidad a las que ingresaron tras forzar aberturas y cuando todavía no había llegado el personal. Los atracos fueron detectados poco después por los empleados y la investigación de esos episodios -algo inusual en la zona- concentró a agentes policiales de Elena y de Berrotarán, la ciudad más cercana y ubicada a unos 12 kilómetros de allí sobre la misma ruta. A la luz de lo que sucedería después, los investigadores estimaban anoche que los robos a las cooperativas fueron una maniobra de distracción de los asaltantes para "despejar" de policías la comisaría de Berrotarán con el objetivo de facilitar el espectacular golpe que conmocionó a esa localidad de 10 mil habitantes. Allí, unos doce delincuentes entraron en acción tres horas más tarde, alrededor de las 9, cuando en el interior de la seccional sólo quedaban tres agentes. Los maleantes redujeron a los uniformados, los golpearon y los encerraron en el calabozo tras despojarlos de sus armas reglamentarias. Esas pistolas fueron las que se utilizaron en los asaltos a los bancos, según indicó el director de Inteligencia Criminal de la policía cordobesa, Julio Martínez. Divididos en dos grupos y siempre con el rostro descubierto, los ladrones luego asaltaron en simultáneo las sucursales bancarias que se encuentran a una distancia de tres cuadras. En ambos casos redujeron a custodios, cajeros y clientes para llevarse en total unos 36 mil pesos. Un grupo irrumpió en la sede del Banco Provincia de Córdoba, donde tomó a una persona de rehén y la llevó como escudo humano para reducir a los policías que cumplían servicio adicional, a los que también despojaron de sus armas. De allí se llevaron 13.900 pesos. En el Banco Nación los restantes delincuentes actuaron de igual manera: maniataron al único policía de guardia en el lugar y escaparon con unos 23 mil pesos, según fuentes policiales. Una mujer que atendía en un locutorio vecino al Banco Provincia de Córdoba, expresó a la prensa que observó desde afuera cómo los asaltantes reducían a los efectivos policiales y al público. La testigo intentó avisar a la policía con un llamado telefónico a la comisaría, pero ignoraba que el lugar había sido copado por la banda y que sus líneas telefónicas estaban cortadas. La comerciante describió como "personas jóvenes, no mayores de 40 años" a los ladrones, uno de los cuales le apuntó con un arma desde el interior del banco al darse cuenta de que estaba siendo observado. Los asaltantes huyeron en dos autos Volkswagen Golf que aparecieron abandonados en un camino de tierra a la salida de la ciudad. La policía realizó un operativo cerrojo para dar con los fugitivos, que al parecer escaparon en camioneta en dirección a la capital cordobesa, ubicada a 133 kilómetros de Berrotarán.
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