Año CXXXV
 Nº 49.399
Rosario,
sábado  23 de
febrero de 2002
Min 17º
Máx 27º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Buscan a una mujer para notificarla de una condena
Falsificó cifras en un pagaré para multiplicar por cinco una deuda. No la encuentran y el caso está frenado

Jorge Salum / La Capital

El juez de sentencia de Melincué condenó a una ciudadana venezolana por adulterar un pagaré en perjuicio de un comerciante de Wheelwright, pero todavía no pudo notificarle el fallo porque la mujer se refugió en su país. La ausencia frena la apelación plantada por la defensa y por el propio estafado, quienes por distintos motivos no están de acuerdo con la sentencia y aspiran a una revisión.
El fallo del juez Fernando Vidal condena a Sylvia Rosario Elizabeth Sánchez, de 40 años, a la pena de un año de prisión en suspenso por falsificación material de documento público y tentativa de estafa. Sánchez tenía domicilio en la Capital Federal pero ahora estaría en Caracas.
La mujer fue denunciada por Rubén Aldo Zárate y Silvia Ana Frattesi, ambos de Wheelwright, en diciembre de 1994. Los dos admitieron haber firmado un pagaré a nombre de Sánchez por 5.000 dólares y reconocieron la deuda, pero Sánchez quiso cobrarles 25.000 dólares.
En un primer momento la mujer casi logró que la Justicia la creyera porque una perito calígrafa dijo que todo había sido escrito en el mismo momento y por la misma persona, es decir por Sánchez. Sólo la insistencia de los denunciantes obligó a los investigadores a ordenar una nueva pericia, que esta vez encargaron a un experto de la Corte Suprema de Justicia de la provincia y que les dio la razón.

La maniobra
El 30 de octubre de 1997 un juez civil y comercial de Melincué ordenó la ejecución de Zárate por los 25.000 dólares más los intereses acumulados, pero éste apeló y así ganó tiempo para demostrar que si bien tenía una deuda con Sánchez, ésta pretendía multiplicarla por cinco.
Claro que esto recién quedó claro cuando el perito Fernando Bertana dijo que la palabra "veinti" fue colocada mucho después que la palabra "cinco". Lo mismo sucedió con el número "2" que antecedía al "5.000". Y la falsificadora era Sánchez.
En marzo de 1999 el juez de Instrucción Carlos Risso procesó a la venezolana y ordenó un embargo sobre sus bienes por 30.000 dólares. Dos años y medio después el juez Vidal la condenó y pidió su captura, pero hasta ahora no la ubicaron.
Vidal no hizo lugar a la demanda por daños y perjuicios que plantearon Zárate y Frattesi, y éstos apelaron. Lo mismo hizo, disconforme con el fallo, el abogado de Sánchez. Sin embargo, el expediente aún no llegó a la Cámara Penal de Venado Tuerto porque la falta de notificación frena el trámite y demora la sentencia definitiva sobre el caso.


Diario La Capital todos los derechos reservados