El ministro de la Corte Suprema Adolfo Vázquez radicó ayer una denuncia penal por "privación ilegal de la libertad y amenazas", a raíz de una manifestación de unas 20 personas que en la noche del jueves le impidió salir de su domicilio, en el barrio porteño de Belgrano, y reiteró que "en este marco no voy a renunciar, sino que me voy a ir por la puerta grande".
Vázquez relató que, cuando se aprestaba a salir a cenar con unos amigos, se encontró en la puerta de su casa con un grupo de sujetos que realizaban una suerte de escrache mediante "insultos y amenazas".
"Me decían «salí que te vamos a matar», me insultaban a mí y a mi pobre madre, que tiene 93 años...ante eso, no pude salir de mi casa. Fue un momento muy desagradable", amplió.
De todos modos, Vázquez desvinculó la manifestación sufrida en su domicilio del octavo cacerolazo que por la tarde había tenido lugar frente al Palacio de Tribunales: "Vinieron específicamente a mi casa, no tenía nada que ver con la manifestación de la tarde".
El juez interpretó que se trató de una represalia por sus declaraciones públicas de anteayer, en las que afirmó que nunca había soportado episodios de esa naturaleza, y adelantó que no tenía previsto renunciar.
La comisaría de la zona instruyó una causa por daños a raíz de las pintadas estampadas en el frente del domicilio del magistrado, pero no procedió a identificar a los manifestantes, lo que llamó la atención de Vázquez.
Pasividad policial
"No los identificaron... habiendo labrado actuaciones por daños, no procedieron a identificar a quienes los habían producido. Me llamó la atención la actitud pasiva de la policía", indicó el ministro.
Vázquez insistió de todos modos que va a resistir hechos como el que sufrió anteanoche. "En este marco, yo no voy a renunciar. Cuando me vaya de Tribunales, quiero hacerlo por la puerta grande, porque no hay razones para que sea de otro modo", concluyó.
La Ciudad
