Año CXXXV
 Nº 49.399
Rosario,
sábado  23 de
febrero de 2002
Min 17º
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cartas
Total rechazo a las listas sábanas

Cómo empezar este artículo es para mí el principal escollo, la parte esencial la tengo muy clara. Estoy declamando contra los políticos, a quienes si bien yo los voté, lo hice sin conocimiento de todo el partido ya que fue mediante la lista sábana, de la cual sólo conozco al cabecilla. Estoy enterado que hay una clase rica. También de que hay una clase pobre. Y hay una clase media a la cual pertenezco. También sé de una clase eclesiástica porque decidieron abrazar a Dios. Pero no me enteré jamás que hubiera una clase política. Son una vergüenza nacional, fundieron el país, nos hicieron tener vergüenza de llamarnos argentinos, expulsan a nuestros hijos a otras tierras, mataron a nuestros viejos al apropiarse de los bienes de la caja de jubilaciones. ¿Cómo evitar todo este desastre? Primero, modificando el número de diputados, sin unificación de cámaras, pero principalmente modificando la forma de elección de los mismos. Me agradaría poder votar un concejal de mi seccional, distrito, a uno solo, no a una lista de desconocidos. Podría ser a un diputado provincial que viva en mi zona, a quien reclamarle si no cumple con su trabajo. Así conseguiríamos una mayor independencia de ellos sobre los partidos políticos. Podrá ser que alguna vez se pueda votar de esa forma. Estoy seguro que los dirigentes no van a matar la gallina de los huevos de oro. Si inventaron la ley de lemas para no tener que pelearse entre ellos. Argentina tiene todo para ser grande, sólo debe desembarazarse de esta forma nefasta de elegir sus representantes. Nunca más una lista sábana.
Daniel Quijada


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