El presidente Eduardo Duhalde no descartó ayer la alternativa de establecer una nueva convertibilidad y se mostró convencido que el rumbo económico adoptado por su gobierno es el que logrará revertir la crisis de la Argentina.
En una jornada de agenda completa, el primer mandatario reafirmó la decisión del gobierno de estabilizar el valor del dólar para evitar así una estampida de precios y una corrida inflacionaria.
Al ser consultado sobre la posibilidad de volver a fijar de nuevo un tipo de cambio convertible, Duhalde sostuvo que "no se puede descartar nada" y que "lo malo sería atarse a cualquier regla de la economía".
"Está dentro de las posibilidades de las cosas que se pueden hacer en la economía, pero hay que ver el momento", explicitó el jefe de Estado al ser consultado sobre la posibilidad.
El establecimiento de un tipo de cambio fijo y convertible significaría la obligación del gobierno de responder con dólares ante cualquier pedido de cambio de pesos, claro que no ya a una relación uno a uno, sino cuando menos 1,7. Si bien las exportaciones mantendrían la competitividad conseguida por medio de la devaluación, quedarían nuevamente anclada con el dólar.
Duhalde reiteró que el gobierno "ha decidido" que el dólar baje a 1,70 peso, mediante la intervención del Banco Central, aunque estimó que "hay que esperar más o menos un mes para que se estabilice" y de ese modo "luchar para que no se traslade a los precios". Ayer el mercado anotó la decisión oficial de ponerle un límite a la cotización de la moneda norteamericana, que cerró a 2,05 en Buenos Aires y cinco centavos más en Rosario.
Pese a todo, reconoció que "inflación va a haber", aunque en "niveles manejables".
La solidez del programa económico que pilotea Duhalde depende casi exclusivamente de la asistencia del Fondo Monetario, con el que el gobierno intenta retomar las negociaciones lo más pronto posible.
Sin embargo, para que eso ocurra el gobierno deberá asegurarse un acuerdo con los gobernadores por la coparticipación y la sanción del presupuesto 2002.
En ese sentido, el presidente estimó que si finalmente llegara la ayuda financiera del exterior, el gobierno tendría "más musculatura, espalda para aguantar" y que con ello "podríamos ser más audaces en la apertura del corralito".
Sobre este punto, que está en el foco de la protesta social a diario, Duhalde consideró que la ola de presentaciones de recursos de amparo de ahorristas contra el corralito generan "un problema que tenemos que afrontar", porque si hubiera muchos fallos favorables a los recurrentes se multiplicarían los juicios pero "no está la plata para todos".
"Primero tenemos que decirle ala gente la verdad: la plata no está y la mejor forma que se encuentre con los pesos es que no se venga abajo el sistema financiero, que haría que la gente prácticamente pierda sus ahorros", sentenció el presidente.
"Yo tengo clarísimo hacia dónde vamos, aunque no sé si tendremos fuerzas para arribar al objetivo, pero no tengo dudas de que el rumbo es el de la producción y el trabajo", confesó ayer el presidente, quien además mostró su convicción de que "en este gobierno transitorio pondremos al barco de la Argentina en aguas tranquilas y llegaremos a buen puerto".
Una nueva alianza social
Duhalde asistió ayer en la localidad bonaerense de Salto a la reapertura de un frigorífico, donde rechazó versiones sobre su supuesta renuncia (ver sección Política).
\El acto se desarrolló en el frigorífico ArreBeef, que había sido cerrado por la crisis financiera y por falta de exportación. Allí el presidente reafirmó además su propuesta de constituir una nueva alianza en lugar de la que privilegió al sector financiero -que "se quedó con las grandes ganancias", dijo- y desechó la idea de que el gobierno debe responder con dureza a las manifestaciones de protesta social.