El trágico suceso ocurrido ayer en Rueda al 5900 se suma a una lista de hechos de similares características registrados en los últimos meses. Ese dato confirma los números que obran en poder del Centro Antirrábico Humano: unas diez personas reciben ataques caninos por día. Hace exactamente un mes, el barrio Nuevo Alberdi se vio conmocionado cuando dos perros raza doberman atacaron a una nena de ocho años. Las mordeduras le provocaron lesiones en la cabeza, una oreja y el antebrazo. Salvó su vida de milagro porque su tío ahuyentó a uno de los perros a las patadas. Lorena Gauna fue trasladada al Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria, donde le dieron 35 puntos de sutura en todas las heridas cortantes. El 24 de octubre pasado fue el turno de Aarón, un dogo de grandes dimensiones que atacó a su propia dueña en Machaín al 2600 (zona norte), tras haber masticado a otros dos perros. La mascota fue derivada al Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), en tanto su dueña, Dominga Barreca, de 64 años, sufrió un severo desgarro de uno de los brazos y fue derivada al Clemente Alvarez. Exactamente el 24 de enero del año pasado, otro dogo de nombre Boomer le desgarró el cuero cabelludo a un nene de dos años en la vivienda de sus padres, ubicada en Guatemala al 1100. La criatura debió ser hospitalizada en el Vilela. Pero el caso quizás más emblemático ocurrió en septiembre del 98 en Granadero Baigorria. Una anciana de 73 años perdió la vida tras sufrir las dentelladas de Odín, un perro cruza de pastor alemán.
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