"Vinieron a pedir micros y entradas", fue la respuesta que dieron los directivos que recibieron ayer la visita de un sector de la barrabrava canalla. "No entiendo quién llamó a la policía porque la reunión fue en buenos términos", aseveraron también, dejando entrever que no los fueron a apretar, pese a que difícilmente pueda llamarse de otra manera el pedido de los hinchas. ¿O será que los dirigentes están demasiado acostumbrados a esa presión? El comisario Osvaldo Toledo, quien se hizo responsable por detener a los seis barras en la seccional 2ª, tampoco pudo justificar demasiado por qué los arrestaron. "Lo hicimos preventivamente. Recibimos un llamado que no fue de los dirigentes y decidí arrestarlos para no llevar las cosas a mayores. La persona que hizo la denuncia telefónica también fue a declarar, pero no pasó nada". Mientras era llevado en uno de los móviles, Barberis insultaba a los miembros de la comisión auriazul porque "son unos traidores, no sé por qué llamaron a la policía", y a la vez aseveraba que "les fui a pedir que me reincorporen como socio y que se vayan, ya que son inútiles que se llevaron toda la plata del club". A su lado, Chapero Bustos no se asomaba por la ventanilla. "No nos pidieron plata, sólo micros y entradas", aseguraron el presidente Campagna, el secretario Mascó y el tesorero Sauan. El problema es, además de la intimidación permanente de estos grupos, si todos los hinchas comunes pidieran lo mismo.
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