Córdoba.- María Rosa Marchán, la joven pampeana detenida en Miami por el crimen de un comerciante cubano, fue acusada ayer de asesinato en primer grado y robo calificado por la fiscalía de ese distrito estadounidense, que solicitó la pena de muerte para la imputada. Además, trascendió que Marchán habría confesado a la policía haber matado al hombre junto a su novio, Esteban Calafell, también argentino, quien se encuentra prófugo.
Así lo aseguró ayer, en declaraciones a la radio Cadena 3 de Córdoba, Leonel García, investigador policial del asesinato del joyero cubano Agustín Morales, de 61 años, ocurrido a fines de diciembre pasado en el condado de Hialeah, estado de Florida.
Marchán es pampeana y tiene 23 años, mientras su novio, de 33, nació en Córdoba, provincia adonde se encuentra actualmente escondido, luego de haber logrado escapar de los Estados Unidos.
Plan criminal
Según informó uno de los abogados que patrocina a Marchán, Miguel Angel Pierri, la fiscalía del distrito de Miami consideró que la detenida "formó parte de un plan criminal, que ejecutó su novio, Esteban Calafell, para robar al joyero cubano Agustín Morales", en diciembre pasado.
Con el pedido de pena de muerte para Marchán, se concretó una audiencia en los tribunales de Miami en la que fueron leídos los cargos contra la imputada y se citó para el 7 de marzo a las partes para la presentación de las evidencias, de las que hasta el momento se desconocen detalles.
En la acusación fiscal se aclaró que el presunto móvil del crimen "no serían los celos (entre Calafell y Morales) sino el robo".
El cuerpo de Morales apareció el 14 de enero último en el baúl de su Pontiac, abandonado en un estacionamiento de Miami. Al día siguiente Calafell abandonó Estados Unidos y se recluyó en Córdoba, en un lugar no revelado, en tanto que el 1º de febrero fue detenida Marchán.
La joven, quien hasta ahora no declaró ante la justicia, permanece detenida en la Cárcel de Mujeres del Condado de Dale, en Florida. Su defensa analiza realizar una acción de descargo para que la imputada pueda ofrecer una primera declaración.
Marchán será sometida a análisis médicos, previstos para todo acusado con posibilidad de ser condenado a muerte, para establecer si se encuentra embarazada. Es que, en ese caso, la justicia de Estados Unidos posterga cualquier sentencia de muerte hasta después del parto.
El defensor de Marchán aventuró que la joven "podrá eludir la pena de muerte", advirtió que la chica fue "manipulada" en lo que rodeó al crimen y remarcó que su defendida abandonó por primera vez la ciudad de General Pico para viajar a Estados Unidos, convencida por su novio.
Actualmente Marchán es asistida por un grupo de 15 profesionales, entre los que se encuentra el defensor oficial de Estados Unidos, Howard Luvell; Pierri y otros abogados, psiquiatras y miembros de organizaciones de Derechos Humanos.
La semana pasada, el matutino cordobés La Mañana publicó un fax enviado presuntamente por Calafell en el que el joven denunció que tanto él como su novia fueron "víctimas de un complot de la mafia neoyorkina" y manifestó que ambos quedaron "en medio de una disputa entre policías de Migraciones y la víctima".
La confesión
El policía Leonel García aseguró que "ella dijo en la confesión que tuvieron que planear el robo de Morales y su muerte para obtener dinero a fin de regresar a Argentina" porque, explicó, "su novio estaba sin trabajo y sólo ella estaba empleada como mesera en una barra" en el condado de Hialeah. La confesión, agregó, se produjo "el 29 de enero, aquí en la policía".
"La razón porque ella no se fue (a la Argentina) junto con Esteban es porque el robo no dio suficiente dinero para los dos, nos dijo. Y como ella estaba empleada y su novio no, éste se fue primero, para que ella pudiera ahorrar más dinero y retornar luego a Argentina", apuntó el investigador.
Cuando se le preguntó si la joven, al confesar, implicó en el crimen a su novio, García respondió "sí, sí" y señaló que "tenemos grabada" la declaración de Marchán.
"No puedo entrar mucho en detalles de la confesión", se excusó el policía, aunque ratificó que "ella lo involucra a él. Entre los dos cometieron este crimen", subrayó.
García dijo, además, que "hay testigos de que lo que estoy diciendo y lo que dijo María Rosa es cierto, como así también que lo vieron a Esteban en el carro (automóvil) del muerto". La joven habría confesado también que Morales "fue asesinado en la habitación de ellos, donde vivían, de donde se recogieron pruebas de sangre de la víctima", aseguró.
Manifestó que "todo lo que ella dijo en su confesión lo hemos podido probar por evidencias que hemos encontrado después, luego que la joven nos ayudó a nosotros a conseguir las pruebas", remarcó el policía.
La Ciudad
