Seúl. - El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo en Seúl que ni su país ni Corea del Sur tienen la intención de invadir Corea del Norte, a cuyo líder calificó de "déspota". En la rueda de prensa conjunta ofrecida en la Casa Azul presidencial de Seúl, Bush hizo referencia a su política de dureza hacia el régimen coreano, al que había acusado de formar un "eje del mal" junto con Irán e Irak y de fomentar el terrorismo, y afirmó que no ha cambiado de opinión. "No tengo la intención de invadir Corea del Norte ni tampoco la tiene Corea del Sur. Nosotros estamos en la zona desmilitarizada con la misión de defender porque existe una amenaza", subrayó Bush, quien añadió que era en interés de EEUU mantener la paz en esta península. Bush calificó de "déspota" al régimen norcoreano porque en lugar de cuidar a sus ciudadanos permite que pasen hambre y se vuelca al desarrollo de armas de destrucción masiva. El presidente estadounidense retó al líder norcoreano, Kim Jong Il, a que "demuestre el cariño que tiene a su pueblo" y le pidió además que "ponga en libertad" a los ciudadanos. Bush separó de su postura de dureza las acusaciones políticas lanzadas contra los gobernantes norcoreanos, de los sentimientos hacia sus habitantes, de quienes dijo sentía una gran simpatía. "El calificativo del eje del mal es para el régimen, no para los ciudadanos. Simpatizamos con ellos", aseguró el mandatario estadounidense quien anunció que su país seguirá enviando alimentos para los habitantes de ese país. Bush resaltó que uno de los objetivos de su viaje a Corea del Sur era transmitir a su gobierno que pese a sus calificativos Washington no olvida el sentimiento y las penurias que sufren los habitantes de Corea del Norte. El presidente se mostró dispuesto a dialogar con Corea del Norte, y reiteró que era válida la oferta para sentarse en la mesa de las negociaciones que en junio del año pasado tendió al Norte, aunque matizó que por el momento no ha habido respuesta alguna. Según dijo en la rueda de prensa, Bush mostró a su colega surcoreano su desolación porque Pyongyang no ha aceptado el espíritu de la política de acercamiento que impulsa el presidente surcoreano, Kim Dae Jung, pese a la histórica cumbre que en verano de 2000 mantuvieron en Pyongyang los dos Kim y que significó el comienzo del deshielo de sus relaciones. Bush, quien hoy llegará a China, visitó ayer la zona desmilitarizada de las dos Coreas y la estación del ferrocarril que un día unirá Corea del Norte y Corea del Sur. (Télam)
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