Mauricio Tallone / La Capital
A Daniel Díaz su posición dentro de la cancha le juega en contra. En un fútbol argentino acostumbrado a consagrar como verdad casi indiscutible que los defensores centrales tienen como prioridad raspar tobillos, el Cata se empeña en romper el molde. Ahora no sólo sus cualidades son observadas como una curiosidad de la naturaleza futbolística, sino que el domingo ante Argentinos se encargó de surfear el césped del Gigante con la pólvora de su pierna derecha.
Por eso, los barrios del defensor canalla son el área propia y la del rival. Dos parcelas hostiles e incandescentes no aptas para endebles. Allí reina con suficiencia, consolidando las aristas de un defensor que está atravesando su mejor momento. Y Central, por ahora, es el medio y el fin, la plataforma y el trampolín. El envase no retornable que todavía contiene al pibe apegado a la simpleza de sus raíces y que sigue haciendo la suya sin ruborizarse.
-¿Cuánto tiempo más te imaginás con la camiseta de Central?
-No sé, todavía no me detuve a pensar en eso. Sé que siempre existió la chance de irme afuera, aunque por ahora estoy en Central.
-Pero es de convenir que este año la mano cambió. ¿Ya no podés decir que necesitás sumar partidos en primera para pegar el salto a Europa?
-Sí, es cierto. Igualmente no hay nada definido, hasta ahora todo lo que se habló fueron sólo rumores. Nunca vino mi representante (Palito Socca) y me dijo que ya estaba todo arreglado con algún club.
-¿Si hoy llega una oferta la analizarías con más seriedad y ganas que si esa misma propuesta hubiese llegado el año pasado?
-Seguro, ahora me siento capacitado para probarme afuera. Aunque eso no quiere decir que esté desesperado por irme ni que pienso todo el día en una transferencia. Yo trato de que las cosas pasen y si vienen mucho mejor.
-Teniendo en cuenta que Teglia había dicho antes del inicio del campeonato que no quería que se fueran ni Muñoz Mustafá ni vos, ¿parece que esta vez te tocó esperar el turno?
-Sí, pero me parece bien que el técnico haya puesto como condición no desarmar a toda la defensa. Sobre todo porque con el Gringo, junto a Canals, nos habíamos entendido tan bien en los partidos en Tandil que hubiéramos formado una buena defensa.
-¿Sos de entender a los dirigentes cuando dicen que Central tiene que vender a un jugador por año?
-Lo ideal sería que no se vaya nadie, pero la situación que vive el club no es la mejor y un jugador por torneo siempre hay que vender.
-¿Dónde te gustaría jugar en River, Boca o directamente irte a Europa?
-No descarto la posibilidad de jugar en River o Boca. Sería un paso muy importante en mi carrera, y además no sería un cambio tan brusco.
-Pero mirá que si te quedás en el país vas a tener que enfrentarte alguna vez con Central.
-Para eso falta mucho, si todavía soy jugador de Central.
-Y de Europa, ¿qué se seduce más: España, Italia o Inglaterra?
-Por mis características creo que España sería una buena elección. Aunque tampoco soy de mirar mucho fútbol para analizar esas cosas. A cualquier lugar donde vaya será un paso muy importante para mi carrera.
-¿Estás atravesando tu mejor momento?
-Estoy en un buen nivel. Me siento respaldado por el técnico y formo parte de un equipo con grandes jugadores. Más no puedo pedir, ojalá tengamos un buen torneo.
-¿Te vas a animar a decir que es tu último campeonato en Central?
-No, porque no lo sé (risas).
-Pero al menos ya le dijiste a tu familia de que tenga las valijas preparadas.
-Y sí, la posibilidad de irme siempre está.
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