En las pistas de vareo se anticipa en forma casi unánime que la norma que regulará el uso de las máquinas tragamonedas en los bingos provinciales saldrá a conocimiento dentro de esta semana y allí la actividad turfística tendrá un porcentaje aproximado al 5 por ciento de las ganancias, que se distribuirán en la bolsa de premios de los hipódromos.
Lo que también es un secreto a voces es que las famosas máquinas no serán habilitadas en los hipódromos, ni tampoco en la red de agencias oficiales, como se dijo en un momento, ya que al final se decidió que los slots ocupen otras salas de juego y no las hípicas, algo similar a lo que ocurre actualmente en la capital con el gobierno autónomo.
Con esa medida adoptada se beneficiarían los dueños de los Bingos en desmedro de la actividad turfística que ocupa una mayor cantidad de puestos de trabajo en relación a los que emplean ellos y los casinos juntos, sin sufrir además un alto gravamen como el que le corresponde pagar a la actividad de los caballos de carrera.
Pero también se señala al respeto que los propietarios de dichos centros de juegos deberán oblar a partir de ahora el 50 por ciento de sus ganancias en toda la órbita de la Provincia de Buenos Aires en concepto de tributo, y que las mismas serán distribuidas luego por los entes de contralor, en los rubros que requieran mayores urgencias. (Télam)
| |
La Ciudad
