El jefe de la seccional de Pueblo Muñoz, Lelio Varela, a cargo del destacamento de Arminda, comentó que el primer agente en llegar a la estación de servicios de la ruta 14 "fue recibido a balazos por los delincuentes". Al observar el arribo de la policía, los ladrones salieron de la casa e intentaron fugarse en el Ford Galaxy de los Mancini, estacionado frente a la casa. Allí se cruzaron con otro efectivo que llegó a pie. En el tiroteo, uno de los maleantes recibió un balazo en una pierna. Su cómplice lo abrazó para ayudarlo y juntos huyeron hacia la parte trasera del predio y se internaron en una plantación de soja de más de un metro y medio de alto. Ni siquiera los detuvo un alambre electrificado que sirve para que el ganado no se meta en los sembrados. Tropezaron con el cable, pero siguieron hasta desaparecer en la oscuridad. El episodio conmovió a Arminda, una localidad de 400 habitantes para nada habituada a los episodios policiales. Vecinos y allegados a la familia Mancini se mostraron "sorprendidos por la impunidad con que se mueven los delincuentes en la zona".
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