El ex capitán de navío Adolfo Scilingo podría ser juzgado hacia fines de año en España acusado de asesinar a opositores de la junta militar encabezada por Jorge Rafael Videla que gobernó el país entre 1976 y 1983, señalaron ayer fuentes judiciales españolas.
Scilingo, el primer procesado en España por la guerra sucia en Argentina -que dejó un saldo de 30.000 muertos o desaparecidos-, iría a la corte cinco años después de que él mismo se presentara ante la Justicia española y admitió su papel en los asesinatos.
Muchas de las víctimas eran drogadas, introducidas en aviones militares y luego arrojadas en pleno vuelo sobre el río de la Plata, confesó Scilingo.
El testimonio del ex militar ayudó al juez español Baltasar Garzón, quien investiga los crímenes cometidos por la junta argentina desde hace más de cinco años, a armar su caso contra otros sospechosos.
Pero Scilingo, quien ha sido acusado de genocidio, tortura y terrorismo, dijo luego que Garzón lo forzó a mentir bajo juramento sobre su rol en los denominados "vuelos de la muerte".
Trescientos españoles desaparecidos
Entre los desaparecidos durante los ocho años del gobierno de facto se encuentran 300 españoles. Garzón planteó exitosamente que las leyes españolas permiten investigar actos de genocidio contra ciudadanos de ese país, sin importar dónde fueron cometidos.
Pero la Argentina esgrimió el principio de extraterritorialidad, que impide al juez conseguir la extradición de los sospechosos para su juicio en España.
El juez español es un héroe en su país por haber intentado procesar al ex dictador chileno Augusto Pinochet y perseguir al primer ministro italiano Silvio Berlusconi por evasión de impuestos.
Garzón pidió oficialmente la extradición de 98 ciudanos argentinos para que enfrenten cargos por secuestro y genocidio. Todos, excepto Scilingo y otro que se encuentra en México (Ricardo Miguel Cavallo), están en Argentina.
La Ciudad
