Año CXXXV
 Nº 49.394
Rosario,
lunes  18 de
febrero de 2002
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Una directora del Ciudad retiró 315 mil dólares mediante una maniobra ilegal
Ibarra le exigió la renuncia a una alta funcionaria bancaria que saltó el corralito
El hecho ocurrió el viernes 3 de noviembre del 2001 pero las auditorías que ordenó el Central lo sacaron a la luz

El presidente del Banco Ciudad, Roberto Feletti, calificó ayer como "hecho lamentable" que una directora de esa entidad haya saltado el corralito financiero y destacó que al haberse hecho público lo ocurrido quedó claro que "no hubo protección corporativa".
El caso, que involucra a Mónica Almada (miembro del directorio de la entidad crediticia) se conoció el fin de semana pasado como resultado de una auditoría interna y rápidamente el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, le pidió formalmente la renuncia a la funcionaria.
Almada accedió en 1998 al importante cargo por iniciativa de Fernando de la Rúa, quien por entonces era jefe de Gobierno de la ciudad y mantenía una relación de amistad con la mujer, también cercana al ex ministro de Economía Ricardo López Murphy.
La maniobra que ahora se conoce ocurrió el viernes 30 de noviembre, horas antes de que se anuncie el corralito bancario. A las 20 de ese día Almada canceló en forma anticipada un plazo fijo cercano a los 315 mil dólares que había pactado 48 horas antes y se llevó el dinero, en verdes, a su casa.
"Es un hecho lamentable", pero "quedó demostrado que no hubo ocultamiento, que no hubo protección corporativa" porque tomó estado público, defendió Feletti al banco que preside.
Este caso saltó cuando las auditorías que se están realizando para detectar maniobras de fuga del corralito se extendieron a los días previos a su entrada en vigor. Incluso Feletti sugirió que "si se generalizan" las investigaciones sobre lo ocurrido antes del 3 de diciembre del 2001 "puede haber muchas sorpresas".
A pesar de que el propio Ibarra le pidió la dimisión a Almada, Feletti admitió que "hasta el viernes pasado no había renunciado. Si no lo hace mañana (por hoy), giraremos las actuaciones al tribunal de ética de la Legislatura" porteña.
Luego de asegurar que el banco profundizará la investigación administrativa del hecho, negó que la relación de confianza entre la mujer y el ex presidente De la Rúa haya precipitado la difusión de la avivada. "No es una venganza política; es un hecho objetivo", dijo. También explicó que Almada "es una persona cercana a los 40 años y formaba parte del equipo de López Murphy. Es una abogada experta en derecho administrativo y trabajaba en Fiel".
"Esto no es que salta dos meses después, sino que fue el Banco Central la entidad que pidió a los bancos que se haga una revisión completa del movimiento de fondos durante el corralito", explicó para despejar suspicacias.
El de Almada no fue el único caso. Feletti aseguró que se detectó una docena de "casos chicos", cercanos a los 15 mil pesos en distintas sucursales y precisó que la precancelación "no es un delito" sino una "transgresión normativa del Banco Central". Además, dijo que las auditorías internas no dependen del directorio del banco sino de su presidente, lo que le da "la máxima capacidad de operación".
Feletti explicó que la maniobra fue detectada porque "cuando empieza la revisión, por temor, porque el banco tiene clientes que son parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo, le ordeno al auditor interno que analice la cancelación de plazos fijos de la semana previa a la instauración del corralito".
"Hasta ahora el de Almada fue el único caso" de precancelación previa, reconoció. Sobre los "casos chicos", adelantó que "hay que ver si son precancelaciones".
Feletti dijo que según abogados penalistas consultados, "no hubo daño patrimonial para el Banco Ciudad. Lo que después se deberá estudiar es si hubo tráfico de influencias. Lo que sí hubo fue una actitud poco ética, poco clara de la directora".
Como el mismo Feletti lo reconociera, Almada aún no renunció a su cargo, a pesar del pedido expreso del propio Ibarra, quien al enterarse de la maniobra expresó su bronca al considerar que la funcionaria "actuó en forma oculta e ilegal, sin ninguna causa que justificara el retiro del dinero".
El jefe de Gobierno dijo luego que "Almada no puede seguir un día más en el banco, y que si no renuncia serán los diputados las que la echarán".
Almada fue nombrada en el directorio del Banco Ciudad en septiembre del 1998 por impulso del propio De la Rúa. De los ocho directores de la entidad -los que son nombrados con acuerdo de la Legislatura porteña- Almada era (aún lo sigue siendo) la más cercana al ex presidente, con quien mantenía una relación personal directa. En 1999, al producirse una renovación del directorio, el propio De la Rúa se interesó por la continuidad de la funcionaria.
Respecto del otro involucrado, Oscar Cortes, amigo de Almada, gerente de compras del banco y cotitular del plazo fijo, Feletti dijo que "será separado de sus funciones hasta que se sustancie la investigación administrativa".



Ibarra no quiere a Mónica Almada en el Banco Ciudad.
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