Año CXXXV
 Nº 49.394
Rosario,
lunes  18 de
febrero de 2002
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Aníbal Fernández afirmó que ahora hay intereses políticos en los cacerolazos
Para el gobierno, la izquierda se sumó a las protestas con "objetivos inconfesables"
"Disfrazan las quejas de la gente con expresiones propias", dijo el secretario general de la Presidencia

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, opinó ayer que la protesta de los ahorristas "se fue trocando" por componentes de "franjas de izquierda" que manifiestan "expresiones propias disfrazadas de las quejas" de la gente y que llevan incorporados "objetivos inconfesables".
El funcionario duhaldista cuestionó el rechazo frontal de la asamblea piquetera del último viernes en la Plaza de Mayo hacia el gobierno de Eduardo Duhalde y sostuvo que "se tiene que interpretar que son franjas o sectores que creen que las cosas se resuelven de esa manera y empujan para que se acorralen contra un costado inconfesable".
"Estoy sintiendo que la queja de un montón de gente que con mucha bronca manifestaba las dificultades para hacerse de sus legítimos ahorros se fue trocando por un montón de componentes de distintos colores políticos, fundamentalmente de franjas de izquierda", sostuvo el secretario.
Fernández afirmó, entonces, que esos sectores "manifiestan expresiones propias, a veces disfrazadas de esas quejas de la gente que llevan incorporados un montón de otros objetivos inconfesables".
El funcionario de la administración duhaldista opinó que "quienes dicen ser los representantes ante muchísima gente angustiada, no hay nada que pueda demostrar que realmente lo sean".
"Hay muchísimos grupos, trabajé codo a codo con ellos, en los problemas de la gente, que no están identificados con ninguno de estos grupos", agregó.
Sin embargo, el diputado de izquierda Luis Zamora, de Autodeterminación y Libertad, es el único político que puede caminar por Plaza de Mayo durante los cacerolazos de los viernes, en los que los manifestantes protestan contra el corralito, la Corte Suprema de Justicia y el gobierno de Duhalde.
Fernández adelantó que el gobierno va a tomar este escenario "como lo tiene que tomar: sin sobredimensionarlo, ni hacer de esto una caza de brujas, pero con la firmeza que tiene que ser".
"Cualquiera de las expresiones, el gobierno tiene la obligación de respetarlas en tanto y en cuanto estén en el marco de la seguridad de los habitantes", destacó.
Insistió en que "lo que no tiene que perder de vista el gobierno es cuidar la paz de los argentinos. Lo demás es ir manejándolo segundo a segundo".
Para el secretario general de la Presidencia, "lo que ha hecho Duhalde es recomponer el poder político y recomponerlo en el marco de la Constitución. Hacía un montón de tiempo que no se tomaban decisiones y, aquí, el único que toma decisiones es el presidente".
"En este país no había poder político. Solamente una persona toma las decisiones finales y eso, en principio, da un esquema de orden que no lo tenía este país", prosiguió.
Reconoció que "ningún gobierno toma todas las decisiones aceptadas por la gente" y dijo que le parecía "injusto" que se le cargue a la administración Duhalde la actual situación cuando lo que se encontró era para hacer una "paella con un poco de perejil y una cebolla".
Afirmó que se trata de "recomponer el sistema financiero de la mejor forma que se pueda con lo que se encontró, de plantarse duramente para que los ahorristas no sean perjudicados con lo que les pertenece y de resolver el tema de quienes deben para que no se transforme en una bola de nieve".
"Son temas muy duros, no van a gustar muchas de las medidas, pero es lo único que se puede hacer con lo poco que se tiene", concluyó Fernández.



Duhalde junto al secretario general de la Presidencia.
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