Editorial

Iniciativas con criterio

La profunda crisis que sobrelleva el país revela día a día las enormes deficiencias y errores cometidos en el plano económico, financiero y administrativo; no obstante, y aunque en cuentagotas, también sale a la superficie el valor de aquellas iniciativas que se pudieron plasmar desde el Estado con buen criterio, anticipadamente, y que hoy resultan de gran alivio frente a estas exigencias inéditas. Tal el ejemplo de los laboratorios que poseen la provincia y la Municipalidad, produciendo medicamentos diez veces más baratos que los precios de la industria farmacéutica.
En el caso de la provincia, éste funciona desde hace trece años y provee el 70 por ciento de lo que consumen los hospitales y centros de salud de Santa Fe; mientras que el Laboratorio de Especialidades Medicinales de la Municipalidad (LEM) opera desde 1993 aportando el 30 por ciento de lo que demandan los establecimientos sanitarios que dependen de ella.
Se trata de una invalorable asistencia en la difícil coyuntura, donde los presupuestos para el año en curso han sufrido severos recortes, tanto en la provincia como en la ciudad, al tiempo que la demanda sanitaria crece a niveles históricos como consecuencia de la fuerte desocupación y la falta de cobertura de obras sociales. Fundamentalmente porque con su producción a bajo costo, en algunos casos con diferencias abismales con las droguerías, permiten a los hospitales cumplir con una prestación solidaria que, vale recordarlo, equivale a evitar muertes, prevenir enfermedades o prolongar la vida del ciudadano desprotegido, marginado o dejado fuera del mercado laboral.
La experiencia pone de manifiesto también la enorme potencialidad profesional que subsiste en la estructura del Estado y que no siempre se aprovecha como corresponde. Es más, se podría afirmar que la mayoría de esos profesionales cuentan con conocimientos y prácticas que son más valorados en emprendimientos privados que en estatales. Porque allí cuentan con la infraestructura necesaria aunque los objetivos estén distantes de sus ideales. Por ello, son demasiado elocuentes las palabras expresadas a La Capital por el director del LEM, en relación al interés del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la compra de medicamentos: "Hay que tener en claro que con la infraestructura y el personal que tenemos sólo podemos duplicar la producción", sostuvo.
Claro está, no se pretende en este preciso momento que estos laboratorios compitan en el mercado, aunque en el futuro esta posibilidad deberá evaluarse, sino que se les dé apoyo y prioridad presupuestaria, porque la devolución hacia la sociedad es realmente trascendente. Y por otra parte este caso debe servir a todas las demás reparticiones para reflexionar en profundidad sobre su política de recursos y niveles de eficiencia obtenidos. Porque por allí también pasa la recuperación de la confianza que tanto se pregona.