Parece que el árbitro del partido entre Central Córdoba y Tigre, José Méndez, ayer se levantó con el pie izquierdo. Y como el partido estaba tranquilo y no se podía desquitar con los jugadores, se la agarró con el fotógrafo de este medio. Ya se habían jugado más de diez minutos del primer tiempo cuando la sorpresa se apoderó de todos los asistentes al Gabino Sosa. Méndez comenzó a realizar gestos ampulosos en el borde del área donde estaba atacando el equipo charrúa. Pero lo llamativo era que la jugada -tiro de esquina- aún no se había realizado y las indicaciones no eran para ningún jugador. El destinatario era el fotógrafo que estaba ubicado detrás de la línea realizando su trabajo. Con vehemencia, a los gritos y sin pedir explicaciones, Méndez hizo abuso de su autoridad y expulsó al trabajador de prensa que tuvo que ir a hacer fotos desde la tribuna. Luego, en el descanso, Méndez recapacitó su medida y permitió el ingreso del fotógrafo. En fin, un error lo puede tener cualquiera.
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