Año CXXXV
 Nº 49.391
Rosario,
viernes  15 de
febrero de 2002
Min 20º
Máx 33º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Una testigo de la Amia denunció que fue coaccionada por Storani
Laura Ginzberg, ex integrante de Memoria Activa, involucró también a Gil Lavedra

La esposa de una víctima del atentado a la Amia y ex integrante de Memoria Activa, Laura Ginzberg, aseguró ayer que esa agrupación de familiares recibió "aprietes" de los ex ministros del gobierno de la Alianza Federico Storani y Ricardo Gil Lavedra, al declarar en el juicio oral por el ataque terrorista.
Ginzberg recordó que antes del inicio del juicio oral fue junto a otros familiares a una reunión con los entonces ministros de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, y de Interior, Federico Storani. "Yo considero que esa reunión fue un apriete", dijo ante el Tribunal Oral Federal Nº3. "Nos decían que con nuestra actitud íbamos a conseguir que el juicio se cayera. Nos llamaban a apoyar el juicio oral", recordó la esposa del fallecido jefe de Sepelios de la mutual judía, José Ginzberg.
En ese encuentro -según la testigo- Storani y Gil Lavedra advirtieron que si Memoria Activa seguía oponiéndose a la llegada de la causa a juicio oral, terminaría "haciendo el juego a los acusados".
Ginzberg también tuvo críticas para el juez que investigó el ataque, Juan José Galeano, y para el ex titular de la Side durante el gobierno de Fernando de la Rúa, Carlos Becerra.
Sobre Galeano dijo que su investigación del atentado del 18 de julio de 1994 fue "desastrosa" y de Becerra recordó que en un encuentro que mantuvo con familiares cuando era viceministro de Interior había anticipado que esperaba "condenas" del juicio.
"Jamás pensamos que un juez de la Nación negociara testimonios y dinero con uno de los principales acusados", criticó al recordar el episodio donde Galeano apareció filmado en video en una conversación con el principal acusado, Carlos Telleldín.
Esto ocurrió en 1996 y se trató de charlas entre el juez y el reducidor de autos que culminaron en la confesión donde el detenido dijo haber dado a policías bonaerenses encabezados por el ex comisario Juan José Ribelli la camioneta Trafic que, para los investigadores, se usó en el ataque a la mutual judía.
Luego se denunció que Telleldín cobró 400 mil dólares para involucrar a Ribelli y sus subordinados, todos ahora presos como partícipes necesarios del ataque que dejó 85 muertos el 18 de julio de 1994.
Ginzberg fue una de las últimas familiares de víctimas convocadas como testigo por los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo, quienes la escucharon durante dos horas y la dejaron -contra su costumbre- explayarse sobre los avatares políticos de la investigación.
Del día del ataque, la ahora ex integrante de Memoria Activa sólo recordó cómo primero le dijeron que su esposo estaba vivo -incluso apareció en un listado de sobrevivientes- y tres días después la llamaron de la morgue judicial porque se había identificado su cuerpo.
Laura Ginzberg fue una de las caras visibles del grupo hipercrítico de familiares Memoria Activa hasta que fue expulsada del grupo por criticar duramente a su abogado, Alberto Zuppi.
Esto ocurrió cuando el letrado asumió como secretario de Justicia del efímero gobierno de una semana del ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, tras la renuncia de Fernando de la Rúa.
Luego de ocupar este cargo, Zuppi fue reincorporado al equipo de abogados de Memoria Activa, pese a que había renunciado a su puesto en pleno juicio oral para ser funcionario. (Télam)



Ginzberg dijo que los ex funcionarios la presionaron.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados