El primer ministro alemán, Gerhard Schroeder, arribó ayer a Buenos Aires en la que se convirtió la primera visita oficial de un líder europeo al presidente Eduardo Duhalde. El gobierno argentino aprovechará la llegada del premier para requerirle que apoye la negociación que mantiene con el FMI por ayuda financiera. Pero Schroeder, que ayer estuvo en Brasilia, condicionó su aval a un paquete de auxilio internacional a la Argentina a la conformación de un plan de reformas "bien calculado y viable".
El avión del primer ministro alemán aterrizó en Ezeiza a las 17.55. Al mandatario lo aguardaba el canciller argentino, Carlos Ruckauf. Llegó acompañado de su ministro de Economía, Werner Mueller, y una delegación de 100 personas integrada además por congresistas, empresarios y periodistas alemanes. A las 20.40 Schroeder fue recibido por Duhalde para compartir una cena en la residencia de Olivos.
En México, en el primer tramo de la gira latinoamericana que también incluyó a Brasil, el canciller alemán dijo que, antes de que los organismos financieros de crédito ayuden a Argentina, el país debe implementar un plan económico coherente. "Un plan de reformas bien calculado y viable, que reciba el apoyo político dentro del propio país, es la condición fundamental para que se destrabe la ayuda económica que Argentina negocia con el Fondo Monetario Internacional", repitió ayer en Brasilia el canciller germano.
Incluso fue mas allá al destacar que "es necesario que esas reformas sean viables e incluyan a las provincias para facilitar al FMI el apoyo financiero para que Argentina pueda emerger de la crisis".
El canciller Schroeder, de 57 años, hizo estas afirmaciones al término de una reunión que mantuvo con el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, en el Palacio de Planalto. En una declaración conjunta, ambos mandatarios aseguraron que los asuntos de la política internacional ocuparon buena parte de la reunión mantenida, en particular la crisis argentina.
En una conferencia de prensa, el jefe de gobierno alemán sostuvo que el plan del gobierno argentino "debe recibir apoyo político dentro de Argentina". Según Schroeder, el FMI y los organismos internacionales de crédito están evaluando la capacidad del gobierno de Duhalde para implementar las reformas necesarias y cumplir los acuerdos, antes de liberar una ayuda financiera especial.
Argentina reanudó el martes sus negociaciones con el FMI para una asistencia financiera que necesita con urgencia tras caer en cesación de pagos de la deuda pública de más de 140.000 millones de dólares.
Duhalde y Schroeder volverán a reunirse hoy por la mañana, en el último día de la visita oficial. El canciller alemán, quien ofrecerá una conferencia de prensa, almorzará luego con empresarios argentinos y alemanes. Al mismo tiempo Mueller y su colega argentino, el ministro de Economía Jorge Remes Lenicov, mantendrán un encuentro de trabajo. Luego, Schroeder recibirá a familiares de ciudadanos alemanes desaparecidos durante la última dictadura militar, para partir a las 16.
El conflicto de los DNI
Uno de los temas que Schroeder tenía marcado para tratar con Duhalde es el conflicto entre Argentina y la empresa alemana Siemens por la anulación de un contrato por unos 720 millones de dólares para la impresión de DNI. Las autoridades alemanas pedirán un "entendimiento" entre Siemens y el Estado argentino, en virtud del contrato que había entregado por 12 años, entre otros servicios, la informatización de las fronteras argentinas y la impresión de documentos de identidad locales a Siemens. Esta empresa debía cobrar 27 dólares por documento, fue primero modificado y luego anulado por el Estado argentino. La medida, según confiaron las fuentes, podría derivar en juicio de Siemens en tribunales internacionales de no mediar un acuerdo económico. El presidente de Siemens Internacional, Heinrich Von Pierer, llegó al país junto con Schroeder.
Brasil, Alemania y la ONU
Ayer, en Brasilia, Schroeder firmó con el presidente Cardoso varios acuerdos de cooperación internacional. Ambos reiteraron sus propuestas para ampliar el número de miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se apoyaron recíprocamente para ocupar un lugar en ese organismo. Brasil aspira a representar a América Latina en una eventual apertura del Consejo de Seguridad de la ONU, que ahora está reducido a cinco lugares: Estados Unidos, Francia, China, Gran Bretaña y Rusia.
Schroeder y Cardoso se comprometieron a apoyar fuertemente las negociaciones tendientes a alcanzar un acuerdo de asociación entre el Mercosur y la Unión Europea. De acuerdo con Cardoso, debería haber "propuestas más audaces" entre ambas asociaciones comerciales para avanzar en el acuerdo de vinculación.
Schroeder enfatizó en la conferencia de prensa junto a su colega brasileño que los países europeos podrían perder mercados en la región si la Unión Europea no firma un acuerdo con el Mercosur antes de que avance la creación del Area de Libre Comercio para las Américas (Alca). "El mercado sería aprovechado por otros países, como Estados Unidos", dijo el jefe de gobierno alemán. (Télam/SNI-DyN-Reuters-ANSA)
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