Año CXXXV
 Nº 49.391
Rosario,
viernes  15 de
febrero de 2002
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Pidió que la esterilicen en un hospital estatal pampeano
La mujer tiene nueve hijos, uno de ellos muy enfermo. La Justicia rechazó el pedido

La Justicia pampeana le negó a una madre de nueve hijos, uno de ellos con la enfermedad genética de Duchenne, la posibilidad de ligarse las trompas de Falopio en un hospital, por lo que agrupaciones femeninas reaccionaron con espíritu solidario y buscan una solución al pedido desesperado de la mujer.
La mujer de 36 años, identificada como Carmen, vive en una humilde vivienda de la zona norte de Santa Rosa junto a su compañero y los nueve hijos de ambos.
Cuando quedó embarazada de su último hijo -que nació hace tres semanas-, de común acuerdo con su pareja, con la que convive desde hace 16 años, resolvió solicitar a los responsables del área de ginecología del hospital Lucio Molas que le liguen las trompas de Falopio.
La mujer, cuyo único sustento es un plan Trabajar y el salario de su compañero como empleado municipal, quiere evitar embarazos debido a la enfermedad genética que padece uno de sus hijos, de 8 años.
El pequeño padece un mal hereditario, de carácter recesivo, que trasmiten las mujeres y heredan los varones y consiste en la debilidad y atrofia progresiva de la musculatura, según precisó la médica Ema de Yep.
La enfermedad se manifiesta a partir de los tres años y entre los siete y doce lleva al paciente a silla de ruedas, por la imposibilidad de sostenerse por sí mismo, luego se presentan incontinencia de esfínteres y complicaciones respiratorias y cardíacas que conducen a una muerte temprana, a una edad promedio de 20 años.
El chico ya comenzó a exteriorizar los síntomas, por lo que camina con dificultad y se presume que en pocos meses más no podrá movilizarse por sus propios medios.
"Todos los días me levanto pensando en mi hijo, si se va a morir", confesó Carmen a una de las integrantes de Mujeres por la Solidaridad, un organismo que trabaja por los derechos de la mujer.
El pedido de Carmen a la Justicia, planteado a través de su representante legal, Jorge Cañón, fue para "salvaguardar mi salud, ante la necesidad de proteger a toda mi familia y por la situación económica en la que nos encontramos, que es muy mala".
La jueza Gabriela Pibotto de Langlois, al fundamentar su negativa a la intervención solicitada, argumentó que "el recurso está previsto para casos de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta y el planteado por Carmen, no lo es".
Además, sostuvo que el amparo "es un proceso excepcional, utilizable en delicadas y extremas situaciones en las que, por la carencia de otras vías aptas, peligra la salvaguarda de derechos fundamentales y exige para su apertura circunstancias muy particulares".
La magistrada afirmó que "la ley sobre ejercicio de la medicina le prohíbe a los médicos practicar intervenciones que provoquen la esterilización".
La única dispensa para esta prohibición se da en el caso de que "exista indicación terapéutica perfectamente determinada y, al no haberla, la jueza no puede suplantar al facultativo en decisión tan vital".
Por su parte, la Cámara de Apelaciones, que también se expidió en contra del pedido efectuado por Carmen, dijo que "lo que se pretende por esta vía no es la reparación de un derecho vulnerado, sino la autorización en la instancia judicial de un acto no aconsejado por la ciencia médica".
María Sandrino, que integra el grupo local de Mujeres Autoconvocadas dijo que "es probable que haya casos donde alguna mujer tuvo autorización judicial para realizarse la ligadura de las trompas de Falopio, pero no hay información oficial". (Télam)



La jueza Pibotto (centro) dice que se ajustó a la ley.
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