Los préstamos pesificados pagarán un interés del 4%

El tope para las empresas será del 7%. Tras los primeros seis meses las deudas se indexarán con la inflación

La tasa máxima anual que podrán llegar a pagar los deudores particulares con préstamos pesificados será del 4 por ciento y las empresas un 7 por ciento, aunque a esa base de cálculo de los intereses habrá que añadir la tasa de inflación medida según el Coeficiente de Estabilidad de Referencia (CER), aseguró ayer el secretario de Política Económica, Jorge Todesca.
Aunque el Banco Central está aún por dictar la norma regulatoria, ayer habilitó pagos "a cuenta" de los créditos pesificados y los gastos en dólares de las tarjetas de crédito, hasta tanto se defina la letra chica (ver página 5).
Esto significa que los tenedores de créditos en dólares que fueron pesificados, quienes afrontaban una tasa del 12 por ciento para préstamos hipotecarios hasta que estalló la crisis (después en algunos bancos superó el 20) o superior aún en compromisos prendarios y personales, recibirán durante los próximos seis meses un importante beneficio en el cálculo de los intereses que se pagan todos los meses. Transcurrido ese plazo cambiarán las condiciones, porque empezará a tener vigencia el mecanismo de indexación. En tal caso, si la inflación está en el orden del 15 por ciento anual que prevé el presupuesto, quedará aún una diferencia a favor de los deudores, pero si los precios se disparan sin control el flamante CER corre el riesgo de emular a la fatídica circular 1050.
Sin embargo, Todesca desestimó ayer que una eventual disparada de la inflación pueda acarrear una estampida en la tasa de interés de los préstamos. "El gobierno no va a abandonar a los deudores del sistema financiero a su suerte, a la posibilidad, si es que esta eventualidad se acercara, de remates masivos o cosa que se parezca", dijo.
Las palabras del viceministro de Economía se conocen en momentos en que en el Palacio de Hacienda estudian poner un tope del 15 por ciento, igual que la inflación máxima estimada en el presupuesto, para el reajuste de los créditos. Pero Todesca descartó que la inflación para los próximos meses esté en valores similares al 2,3 por ciento registrado en enero, la cual atribuyó a la devaluación. "El efecto de la devaluación no se produce todos los meses con la misma intensidad, sino que tiende a concentrase en el primer momento, y luego diminuye a lo largo del tiempo. Entonces, el efecto (de la devaluación sobre la inflación) debería ser decreciente si no hay expectativas negativas exageradas", dijo.