Año CXXXV
 Nº 49.389
Rosario,
miércoles  13 de
febrero de 2002
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Milosevic, imputado por los peores crímenes contra la humanidad
Comenzó en La Haya el proceso contra el ex líder yugoslavo. Hoy podrá refutar los cargos

La Haya. - El ex presidente y presunto criminal de guerra yugoslavo Slobodan Milosevic compareció ayer ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) en La Haya, en el primer día del juicio en su contra por, entre otros, cargos de genocidio en el conflicto de Bosnia. El proceso se abrió con la acusación de la fiscal Carla del Ponte, quien endilgó al ex hombre fuerte de Yugoslavia de ser responsable de los "peores crímenes conocidos por la humanidad" y de haber causado "inmensos sufrimientos" a cientos de miles de personas por la propia "búsqueda del poder".
Según los especialistas en derecho penal internacional, se trata del juicio más importante de este tipo desde los tribunales de Núremberg y Tokio contra los criminales nazis y sus acólitos, tras la Segunda Guerra Mundial. Está previsto que el juicio dure dos años. Milosevic, quien se niega incluso a reconocer el derecho del tribunal para juzgarlo, está acusado de crímenes contra la humanidad en Croacia en 1991 a 1992, de genocidio en la guerra de Bosnia de 1992 a 1995 y crímenes de guerra y contra la humanidad en Kosovo en 1999.
Ante numeroso público, entre invitados y prensa, congregado en el TPIY -un antiguo edificio de seguros reconvertido para sus actuales funciones-, el segundo responsable de la acusación, Geoffrey Nice, aseguró que el juicio se llevará a cabo de una forma neutral y no dejándose llevar por las emociones.
La fiscal jefe, Carla Del Ponte, con toga negra y blanca, saludó brevemente a sus compañeros juristas antes de que Milosevic, de 60 años, entrase a la sala oval del Alto Tribunal de las Naciones Unidas. "Nadie está por encima de la ley esto es una prueba de que nunca como hasta ahora habíamos visto a la justicia internacional en acción", aseguró Del Ponte, quien definió al ex líder serbio como "un táctico excelente pero un pésimo estratega". "Estos crímenes nos tocan a cada uno de nosotros estemos donde estemos porque ofenden nuestra dignidad humana", aseguró.
Del Ponte indicó que su principal misión en el juicio es "que se oigan las voces de las víctimas. Muchas de ellas no pueden estar aquí, porque no han sobrevivido", subrayó. Milosevic, en su condición de presidente, primero de Serbia y luego de Yugoslavia, estaba al corriente de los crímenes cometidos pero "¿por qué no hizo nada para ponerles freno?", se preguntó Del Ponte. "No se deben buscar ideales políticos detrás de los hechos", advirtió.
Casi impertérrito, con traje negro, camisa y corbata azules, Milosevic fue escoltado por cuatro guardaespaldas armados de las Naciones Unidas hasta el sillón azul del tribunal, situado en un barrio residencial de La Haya. Hoy tendrá oportunidad de refutar los cargos, cuando le toque el turno de declarar.
Durante unos veinte minutos, del Ponte explicó, en pie, por qué Milosevic debe ser juzgado por los crímenes cometidos en tres conflictos, Kosovo, Croacia y Bosnia.

Salvajismo medieval
Para explicar el porqué del proceso a Milosevic, del Ponte propuso ante su auditorio recordar las escenas diarias de horror y sufrimiento que fueron reveladas tras las investigaciones. "Los hechos por sí mismos fueron destacables y un nuevo término, «limpieza étnica», se hizo de uso frecuente en nuestro lenguaje", aseguró. "Algunos de los hechos que han sido presentados en el acta de acusación rozan casi el salvajismo medieval y la crueldad calculada, que fue más allá de los límites que legitima la guerra", declaró Del Ponte ante el TPIY, creado por las Naciones Unidas en 1993.
Uno de los puntos que más quiso subrayar Del Ponte es que el juicio contra Milosevic, por crímenes en Bosnia, Croacia y Kosovo, es individual y no se trata de criminalizar a un Estado o a una colectividad, como la serbia. Es una cuestión de "responsabilidad penal individual", aseguró. (DPA, Ansa y Reuters)



El reo escuchó indiferente las acusaciones de la fiscal.
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