La trama de una de las estafas más espectaculares en la historia criminal argentina quedará al descubierto a partir de mañana, cuando en la ciudad de Buenos Aires comience el juicio oral y público por el robo de 30 millones de dólares del tesoro regional Rosario del Banco Central de la República. A más de nueve años de ocurridos los hechos, la causa tiene doce procesados y un déficit notable: los jefes de la banda están prófugos.
El llamado Robo del siglo ocurrió en la víspera de la Nochebuena de 1992, tres falsos inspectores del Banco Central se presentaron en el tesoro regional -en la sede del Banco de Santa Fe- y llevaron 13 sacas con billetes de 500 mil australes. Los 30 millones se esfumaron en dos avionetas, que en lugar de descender en el aeroparque Jorge Newbery -como se esperaba, aterrizaron en San Fernando.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 5 de la ciudad de Buenos Aires, integrado por Guillermo Gordo, Luis Di Renzi y Guillermo Madueño, dispuso el inicio de las audiencias para este jueves, a partir de las 9 en una sala de los tribunales de Comodoro Py 2002. Se presume que el proceso se extenderá por lo menos durante tres meses, ya que deberán declarar más de cien testigos.
Los acusados
Los acusados en el juicio son Gregorio, Néstor y Jorge Collia, Jorge Magaldi, Juan Carlos Magaldi, Sergio Omar Turza Nocetti, Guillermo Fernández, Juan Carlos Amor y los rosarinos Lorenzo Marino, Héctor Mena, Hugo Tenaglia y Norberto Schiavetti. La causa está caratulada como defraudación contra la administración pública, un delito cuya pena máxima es de seis años de prisión.
Gregorio Collia y Sergio Omar Turza Nocetti están sospechados de haber sido dos de los falsos inspectores que retiraron el dinero. Otra pieza clave parece ser Mena, a quien se sindicó como uno de los cerebros del golpe y quien habría intervenido las líneas telefónicas del Banco Central y del Tesoro Regional para que no se advirtiera la maniobra mientras era ejecutada.
Entre los acusados se encuentran dos ex empleados del banco. Schiavetti ocupaba el cargo de gerente del tesoro rosarino del Central y fue quien recibió un llamado telefónico donde un supuesto funcionario del Central que le anunciaba la visita de los falsos inspectores. Tenaglia se desempeñaba como auxiliar y acompañó el traslado del dinero hasta Buenos Aires.
Por su parte, Lorenzo Marino es un ex empleado del Banco de Santa Fe de quien se sospecha que aportó información para cometer la estafa.
Los cabecillas de la banda están prófugos y no serán juzgados. Uno de los autores materiales del robo, Eduardo Mario Brooke, zafará del juicio. El nombre del experimentado estafador desapareció misteriosamente a mitad de la instrucción de la causa que pasó por las manos de nueve jueces federales.
El cerebro de la banda que pergeñó el Robo del Siglo, Héctor "Tito" Rima y su colaborador Aldo Vignoli tampoco estarán bajo la lupa de los jueces, ya que ambos están prófugos y ni siquiera pudieron ser notificados de la realización de la audiencia.
Vignoli se fugó luego de haber obtenido un permiso judicial para viajar a Miami. En cambio, Rima viene siendo buscado por la policía desde hace tiempo, ya que se lo sindica como uno de los responsables de los robos a cajas de seguridad cometidos en bancos de Rosario y Buenos Aires.