El interventor del Pami nacional, José Manuel Corchuelo Blasco, aseguró que la obra social ahorrará este año casi 45 millones de pesos, con la eliminación de cargos políticos y jerárquicos, horas extras y la restructuración del servicio de ambulancias en Capital Federal y el conurbano bonaerense. El funcionario reconoció que el instituto de los jubilados "está quebrado" y justificó estos cambios "porque la imagen del Pami es que hay corrupción, clientelismo político y corte de servicios". Corchuelo Blasco admitió que "con la laxitud" del sistema administrativo que se utiliza "no se sabe el número exacto de empleados que hay" en todo el Pami y denunció que encontró "categorizaciones de gente que no cumplía funciones". Y también se quejó porque "el Pami desarmó por una sensación de temor, debilidad o timidez, el sistema de controles en todo el país. Afirmó que llegó a pilotear la crisis en la institución con mano fuerte. "No van a encontrar una conducción débil, sino que la gestión va a controlar que se presten los servicios, teniendo en cuenta que estoy mostrando voluntad de pago".
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