El ministro de Salud de la provincia, Carlos Parola, propuso ayer al titular del Pami a nivel nacional, José Manuel Corchuelo Blasco, hacerse cargo del gerenciamiento del instituto de los jubilados en Santa Fe. "Tenemos los instrumentos necesarios y la madurez suficiente para manejar el Pami en la provincia", dijo el funcionario del gabinete del gobernador Carlos Reutemann. La propuesta abre una fuerte disputa con el gobierno central, que "no está dispuesto a permitir el desguace de la obra social" más importante del país.
Parola y Corchuelo Blasco se entrevistaron ayer en Capital Federal antes de la reunión con ministros del área Salud de todo el país. En el encuentro, analizaron la posibilidad de que Santa Fe protagonice un proyecto piloto en materia de gerenciamiento del Pami. Está claro, que ambas jurisdicciones tienen interés en trabajar sobre la situación de la obra social, pero Corchuelo Blasco propone que la provincia colabore con el gerenciamiento y Parola va por más: ofrece gerenciarlo pero con fondos nacionales.
La cuestión principal es determinar qué parte quieren entregar las autoridades del Pami. "Si lo que ellos pretenden es que nosotros administremos la cápita actual, que se queden con el instituto -advirtió Parola-, pero si nosotros tenemos parte del presupuesto de Pami, la cosa cambia".
El funcionario reutemista confirmó que en la reunión insistió en la idea de provincializar la obra social de los jubilados. "Estoy convencido de que eso sería lo mejor", aseguró.
Un proyecto amplio
Explicó que en los próximos 30 días se elaborará un proyecto escrito para que el interventor nacional analice la propuesta de Santa Fe. "Queremos que participen de esa iniciativa no sólo las autoridades del Ministerio de Salud de la provincia, sino también los representantes de los jubilados y los prestadores privados", aclaró Parola.
El ministro dejó en claro que: "El Pami central pretende realizar una fuerte regionalización y nosotros queremos la provincialización". No obstante, sabe que la decisión final dependerá de la política del gobierno nacional.
El ministro consideró que si prospera esta última idea, entonces "lo fundamental será conseguir que la Nación garantice la transferencia puntual de fondos a la provincia" o de lo contrario los abuelos seguirán siendo manejados a piacere del gobierno nacional.
Parola ratificó que "desde hace muchos años, el Pami no está brindando un servicio adecuado a la gente" y reclamó "una transformación de fondo" del instituto.
La titular del Instituto Autárquico Provincial de Obras Sociales (Iapos), María Inés Insaurralde, coincidió con la propuesta del ministro y estimó que si las prestaciones de los jubilados se provincializarán "estarían más cerca de la gente y se podrían bajar los costos de atención".
Pero la propuesta de "provincializar" la obra social nacional, eriza la piel de Corchuelo Blasco. "De ninguna manera se puede admitir eso", dijo a La Capital el funcionario duhaldista y explicó que eso "conllevaría el desguace del Pami".
El interventor aclaró que su gestión pretende "avanzar hacia la descentralización y federalización de la obra social, brindándole mayor poder a las unidades de gestión local. Pero en ningún caso se puede admitir la provincialización".
Compra conjunta
Corchuelo Blasco apuntó que "se pretende que las delegaciones del Pami junto con los ministerios de Salud y las obras sociales de cada provincia planteen metas sanitarias a cumplir" y desmintió en forma taxativa que se esté pensando en mandar fondos para que sean administrados por los gobiernos provinciales. "En vez de comprar servicios sanitarios en forma aislada, quiero que se haga en forma conjunta", pero resistió la idea de que los recursos sean manejados por la provincia.
Trascartón insistió: "De ninguna manera vamos a entregar a las provincias el Pami ni vamos a mandar los fondos de la obra social para que ellos los administren".
Como muchos de sus antecesores, Corchuelo Blasco volvió a prometer que entregará el Pami a sus verdaderos dueños, los jubilados. Y dijo que durante su gestión "no entrará ningún contratado".
También analizó el futuro de los policlínicos Pami I y II. "Hablamos con Parola de esos efectores y nos parece que no hay que romper esas estructuras, sino que hay que lograr mayor eficiencia" y reconoció que "hay muchos pacientes que están muy satisfechos de las prestaciones que reciben en esos hospitales".