La directora argentina Lucrecia Martel, que integra el jurado de la sección oficial del Festival de Cine de Berlín, lamentó la escasa presencia que tiene el cine de América Latina en esta 52 edición de la Berlinale y afirmó que, sin apoyo estatal, el panorama del cine argentino será bastante incierto. "Da un poco de pena ver que hay tan poca producción latinoamericana", sostuvo la joven cineasta que el año pasado se llevó con su película "La ciénaga" el premio Alfred Bauer a la mejor ópera prima. Con respecto a la situación argentina aseguró: "Si no hay apoyo del Estado, el cine no sobrevive; la presión del cine norteamericano es devastadora", explicó. A diferencia de ediciones anteriores, los países de la América hispana y lusoparlante están presentes con tan sólo ocho cintas, que son exhibidas en las secciones Panorama y Forum, fuera de concurso. Se trata de las argentinas "Todas las azafatas van al cielo", de Daniel Burman, y "Un día de suerte", de Sandra Gugliotta, la mexicano-española "Eva", la chilena "La última huella" y las brasileñas "O Invasor", "As Tres Marias", "E Minha Cara" y "Moro no Brasil". "Desconozco la razón por la que no hay tantas, porque no creo que el cine latinoamericano sea que el tenga más dificultades. El gran problema que hay con el cine latinoamericano es que todavía la mayor parte de los críticos y los periodistas, y la misma audiencia se sientan buscando la metáfora", reflexionó.
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