Cumplirán cuatro años de cárcel por piratería del asfalto

Dos comerciantes a prisión por el robo de una carga de nafta

Padre e hijo tenían una estación de servicios en Correa. También condenaron a un cómplice

María Laura Cicerchia / La Capital

El dueño de la estación de servicios Sol de la localidad de Correa, su hijo y otro hombre fueron condenados por un hecho de piratería del asfalto ocurrido en octubre de 2000, cuando un camionero fue interceptado por asaltantes de caminos que le robaron una carga completa de combustible. Según la sentencia, los propietarios del negocio no se limitaron a adquirir la mercadería robada sino que planificaron el asalto junto con un cómplice que secuestró al chofer a punta de pistola. Ese robo originó otra investigación para determinar si existió una "zona liberada" para la carga y descarga de combustible robado en un tramo de la ruta 9, en la cual estuvieron involucrados los por entonces jefes de la Unidad Regional X (ver aparte).
La condena por el caso de piratería del asfalto alcanzó a los titulares de la estación de servicios Sol ubicada sobre la ruta 9 en el kilómetro 360: Omar Timpanaro, de 50 años y su hijo Emanuel, de 22, quienes fueron sentenciados a cinco años de prisión como coautores de robo calificado. El otro imputado es Mario Enrique Gorosito, de 31, a quien le correspondió un año más de condena porque tenía un antecedente. El fallo fue producido por el juez de Sentencia Nº 2, Antonio Ramos, pero todavía no está firme.
El asalto se produjo el 25 de enero de 2000 cuando un camión cisterna que llevaba una carga de combustible de la firma EG3 fue interceptado en la ruta 9, frente a una fábrica de la localidad de Armstrong. El vehículo era conducido por Diego Ghelfi, quien se dirigía a la ciudad cordobesa de Villa María pero detuvo la marcha al escuchar ruidos extraños en la parte trasera del camión.
En ese momento fue abordado por dos hombres que se trasladaban en una moto tipo enduro color verde. Uno de los motociclistas trepó a la cabina del camión, apuntó al chofer con un revólver y lo dejó maniatado en la cama. El vehículo fue conducido a una estación de servicios donde los maleantes descargaron 16 mil litros de nafta y 18 mil de gasoil.
Luego el asaltante armado condujo el camión hasta la ruta 92, en jurisdicción de la localidad de Arteaga, donde liberó al chofer tras robarle 40 pesos. Allí su cómplice lo esperaba en un Ford Escort gris en el que se dieron a la fuga.
Tras ello Ghelfi denunció el hecho y en un álbum policial reconoció al hombre que lo había secuestrado. Era Gorosito, quien admitió haber participado en el hecho junto a Omar y Emanuel Timpanaro. Estos últimos quedaron detenidos cuando la policía halló el combustible robado y la moto utilizada en el hecho en la estación de servicios de su propiedad.
Los Timpanaro alegaron que habían comprado el combustible a cuenta sin conocer su procedencia ilícita, pero la investigación demostró que participaron en la planificación del golpe. Según la sentencia, fue Emanuel Timpanaro quien trasladó en moto a Gorosito para que éste abordaba el camión y quien más tarde lo rescató en su auto del lugar donde dejaron abandonado al chofer y su vehículo.

Actuó en la causa el juez de sentencia Antonio Ramos.