El cartel que colgaba de la pared de la escuela invitaba a la práctica de atletismo. A Alejandro Mengarelli jamás se le había ocurrido entrenar, sin embargo el aviso lo atrapó y se dedicó de lleno al deporte. Al poco tiempo se organizaron los juegos intercolegiales. El desinterés de su profesor de educación física contrastó con la postura del joven que le pidió armar un equipo para competir. Uno de los pocos interesados fue Germán Sacchi. "Corro rápido", fue su principal argumento. En la pista quedó en evidencia que sus palabras eran certeras y que estaba para cosas mayores. Y no dudo en seguir los pasos de su compañero. Apenas cuatro meses después de que comenzara a practicar conquistó el Sudamericano de menores en los 100 metros libres. Se le pronosticó un futuro venturoso. Sin embargo, como tantos deportistas amateurs, una orientación inadecuada ("entrenaba solo todas las mañanas en el club Provincial") tiró por la borda esos presagios. Ahora, se verá con el tiempo si no fueron infundados.
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