Cañada Rosquín.- El hecho de que numerosos vecinos de esta localidad circularan en motos de alta cilindrada sin tener papeles que acrediten su propiedad llamó la atención de la policía, que montó un operativo de control vehicular y secuestró 24 rodados. Pero lo más llamativo fue que de esas unidades, 10 tenían pedido de captura por haber sido robadas en distintas zonas de la ciudad de Rosario. A partir de ello fue que los investigadores se pusieron tras los pasos de una banda de reducidores de motos que habrían ingresado a la localidad y comercializadas a precios irrisorios. En ese marco fueron demoradas varias personas que recuperaron su libertad tras prestar declaración testimonial.
El operativo en las calles de Cañada Rosquín estuvo a cargo de efectivos de la comisaría 3ª y la Agrupación Orden Público de la Unidad Regional XVIII y concluyó con el secuestro de 24 motos de vecinos que no pudieron acreditar procedencia ni propiedad sobre los vehículos. Los investigadores constataron después que 10 de los rodados habían sido robados en Rosario.
Extraoficialmente se supo que las motos, de distintas marcas y cilindradas, principalmente Honda, Kawasaki y Suzuki, eran ofrecidas por reducidores rosarinos a los transportistas que permanecen en espera en las terminales portuarias de esa ciudad. Por algunos cientos de pesos se llevaban una moto que luego usaban con comodidad en los pueblos del interior donde los procedimientos de control vehicular no son frecuentes.
Al parecer, un vecino rosquinense vio la posibilidad de sistematizar la compra de motos en Rosario para posteriormente venderlas en esta localidad. La cuestión es que al poco tiempo muchas personas que no tenían constancia laboral circulaban motorizados por el pueblo.
Esto llamó la atención de la policía que, a partir del lunes último inició controles en la vía pública para determinar el origen de los rodados y, según el comisario Hugo Yussa, titular de la comisaría 3ª, "las diligencias continúan por lo que podría aumentar el número de motos secuestradas".
El jefe policial relató que se incautaron rodados a personas que, por su capacidad económica, bien podrían haber adquirido las motos en una concesionaria, "pero evidentemente optaron por este sistema que ahora los compromete con el caso". Según vecinos rosquinenses "entre los que circulaban con motos que ahora fueron secuestradas se cuenta a empresarios, comerciantes, industriales y productores agropecuarios, entre otros".
En el marco de la investigación se procedió al arresto preventivo de varias personas, todas mayores de edad, las que después de ser sometidas a los trámites procesales de rigor recuperaron la libertad por orden del juez de Instrucción número 1 de Santa Fe, Dardo Rosciani, a cargo del caso.
Escondieron las que quedan
Según el comisario Yussa el operativo tendiente a encontrar otros casos continúa, pero la tarea se ha tornado más complicada debido a que muchos vecinos precavidos habrían ocultado los rodados a partir del estricto control que se detecta en las calles.
Una situación similar a la que todo Cañada Rosquín habla, se dio en la localidad de María Susana hace aproximadamente dos meses. Allí se secuestraron 10 motos cuyos dueños no pudieron acreditar propiedad pero no se logró establecer la procedencia de las mismas. Estos acontecimientos pusieron en alerta a las cúpulas de otras unidades regionales para trabajar en operativos similares tendientes a terminar con las redes de robo y reducción de vehículos que se completa con ciudadanos que, en conocimiento absoluto de que lo adquirido es mal habido, compran a precios muy por debajo de los reales.
La Ciudad
