Los argentinos que llegan a España en busca de un trabajo gozan del privilegio de ser los inmigrantes mejor vistos por los españoles y para marzo se impulsa una nueva legislación que podría favorecerlos aún más, evaluaron gremialistas europeos.
El nuevo aluvión de argentinos que arriba al Viejo Mundo en busca de nuevos horizontes, frente a la crisis que atraviesa el país, cuentan con la ventaja de ser los más requeridos para los trabajos que los españoles no desean hacer, ya que en la Península, en general, "detestan a los gitanos y a los africanos".
La prueba de este fenómeno, que revirtió la imagen de "sudacas" -término despectivo con el que se denominaba a los latinoamericanos en la época del resurgimiento económico de España- se asienta en una propuesta gubernamental al Congreso, para facilitar los trámites de nacionalidad a los descendientes de españoles, como ocurre mayoritariamente con los argentinos.
En marzo, el Congreso podría sancionar la reforma al Código Civil para permitir ampliar la nacionalización no sólo a los hijos de padres -como ahora- sino también de madres españolas, aunque no residan en la Península, y si prospera el pedido de la oposición el beneficio se extenderá a los nietos, como ocurre en Italia.
No obstante, los nuevos índices de desocupación en los grandes centros urbanos, que alcanza el 10 por ciento, redujo la posibilidad de puestos de trabajo -sobre todo en Madrid y Barcelona- para quienes no tengan la nacionalidad española.
Pero, aquellos que continúan la búsqueda para residir legalmente en España, en otras ciudades aún se encuentran empleos en la construcción, para técnicos especializados, tareas rurales y marítimas y para cocineros y empleadas domésticas.
Nueva asociación internacional
A esta conclusión llegaron dirigentes sindicales de España que se reunieron en la sede porteña de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) con representantes de otros países para lanzar la asociación internacional "Argentinos en el Exterior".
La iniciativa gremial que abarca a otros países como Italia y Francia, apunta no sólo a dar asesoramiento legal gratuito, bolsas de trabajo y espacios de encuentro, sino a que los argentinos en el exterior continúen comprometidos en le debate por una Argentina más justa, que haga posible el regreso de los que se alejaron.
Los encargados de describir la situación de los argentinos que residen hoy en España fueron Lois Pérez Leira, coordinador de migración de la Confederación Intersindical Gallega (CIG) y Paz Vázquez, representante de la Unión Sindical Obrera (USO), una de las tres centrales sindicales de España.
Los sindicalistas españoles, junto al secretario de Organización de la CTA, Edgardo Depetri y la responsable del Departamento Migraciones del gremio, Sandra Márquez, ofrecieron una charla debate, seguida por cientos de porteños con intención de radicarse en España, que colmaron anoche el auditorio de Suteba.
"El colectivo argentino es el mejor visto y el más prestigioso de los latinoamericanos. Los peor vistos son los gitanos y luego, en ese orden, los africanos", dijo Leira en su evaluación.
El gremialista, que asesora desde hace varios años a los argentinos en Galicia, aseguró que "a la gran mayoría le fue bien, lograron integrarse y esto porque encontraron lugares para relacionarse con otros inmigrantes", afirmó.
Leira confirmó que "miles de argentinos viajan a España y no les resulta fácil permanecer allí sin papeles hasta conseguir una oferta de trabajo", por lo que les recomendó que "reflexionen mucho antes de tomar la decisión".
Sobre la posibilidad de conseguir empleo, Paz Vázquez explicó que si existe oferta en alguna región, "los argentinos son empleados antes que los gitanos y los africanos, pero con salarios inferiores a los de los españoles. Los empresarios son iguales en todo el mundo", ironizó.
El representante gallego precisó que para lograr el visado del consulado y residir legalmente en España -sin ciudadanía- "la oferta de trabajo presentada debe incluir un contrato de un año como mínimo, un régimen de ocho horas diarias y el pago de un salario mínimo español".
"Los inmigrantes que pretendan la legalización mediante una inversión comercial, deberán depositar en un banco español 100 mil dólares y 10 mil por cada miembro familiar. A partir de allí se estudia la autorización que se facilita si el emprendimiento implica dar mano de obra", puntualizó Leira.
Si bien el coordinador de la CIG trazó un panorama alentador para quienes piensan radicarse en España, aclaró que "los inmigrantes se van de Argentina expulsados por la pobreza, por lo tanto el compromiso de todos es luchar para que vuelvan". (Télam)
La Ciudad
