El director y la vice de una escuela del barrio Las Flores fueron detenidos bajo sospecha de desviar fondos destinados por el Estado provincial a los comedores escolares. Los investigadores sospechan que ambos compraban excedente de insumos y luego armaban bolsones que repartían entre los empleados y ellos mismos. Aunque están imputados de un delito grave, el juez de la causa dispuso que permanezcan detenidos en sus casas para no mezclarlos con delincuentes comunes en una comisaría. Estos arrestos son el más reciente remezón de una investigación que se inició el año pasado, y que ya provocó la detención de la directora y la ecónoma de otra escuela, la 1.318. Ahora los detenidos son Ramón Yercovich y Carmen Angélica Arbelo, director y vice de la escuela 1.257 Crucero Aras General Belgrano. El establecimiento está ubicado en Clavel al 1200, en el barrio Las Flores. Yercovich y Arbelo fueron citados a declarar en la sede de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), que tienen a su cargo la investigación, y allí quedaron bajo arresto. En principio el procedimiento iba a realizarse en diciembre del año pasado, pero los graves episodios que se registraron en la ciudad por esa época hicieron que el juez tomara la decisión de aplazarlos hasta ahora. A principios de 2001, el ministro de Educación, Alejandro Rébola, denunció que parte de los 43 millones de pesos que la cartera destina a los comedores no llegaban a destino. Sólo en el departamento Rosario, el Estado costea 56.000 raciones diarias de comida y 140.000 de copas de leche, aunque una tajada del dinero no va a parar a los comedores. La investigación judicial comenzó a partir de las denuncias realizadas por un inspector del Ministerio de Educación, que involucró a directores y vicedirectores, ecónomos y proveedores de los comedores escolares en las estafas. En el caso de la escuela de Las Flores, los detectives habrían hallado, entre otras pruebas, un cuaderno donde se contabilizaban las entregas de alimentos a los propios empleados del comedor. Según fuentes consultadas por este diario, algunos de esos asientos se remontarían hasta 1997, aunque no se descarta que los desvíos hayan comenzado aún antes. La investigación de Juárez ya puso la lupa sobre varias escuelas y sus sabuesos no descartan que se extienda a otras e incluso a la cocina centralizada. Además hay cooperadores y proveedores que están bajo sospecha de participar en las estafas o como mínimo de encubrirlas. El juez y sus ayudantes están decididos a seguir a fondo con el tema.
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