Las protestas contra el corralito financiero e instituciones públicas se registraron ayer a lo largo de todo el día en las principales ciudades del país, y culminaron anoche con festejos carnavalescos por las calles de Buenos Aires con el humor como símbolo del reclamo popular.
Los cacerolazos contra las restricciones bancarias en Rosario se hicieron sentir con mayor fuerza dentro de la sucursal de calle Santa Fe al 1200 del Citibank, donde los ahorristas de forma pacífica querían permanecer en la entidad del banco reclamando por su dinero acorralado, mientras que la vidriera del Río en Córdoba y Oroño recibió la bronca de los manifestantes con rotura de vidrios. También llegó la protesta la sede del Nuevo Banco de Santa Fe, donde recordaron la situación procesal de dos de sus accionistas, los hermanos Rohm.
Los vecinos autoconvocados y ahorristas reclaman no sólo por la devolución de sus ahorros en dólares, sino también la destitución y enjuiciamiento de todos los miembros de la Corte Suprema. "No queremos que esos zánganos (sic) renuncien y se vayan a su casa tranquilamente con una jubilación de 14 mil dólares", señaló con furia uno de los ahorristas.
Otro sector de los ahorristas autoconvocados anoche realizaron una concentración en el Pasaje Juramento, que conecta al Monumento Nacional a la Bandera -y ubicado frente a la Plaza 25 de Mayo- para realizar otro cacerolazo por la liberación de los ahorros en dólares.
En el microcentro porteño fue escenario ayer de una nueva protesta de ahorristas que golpearon y pintaron las fachadas de distintos bancos, en particular los de origen extranjero.
La marcha recorrió varias sucursales de bancos, en una zona que está poblada por estas entidades, las cuales desde hace una semana muestran sus frentes cubiertos por chapas o maderas, en previsión de eventuales agresiones. Los manifestantes blandieron un gigantesco pene inflable anaranjado, con un cartel que decía "Pesificación las pelotas", que con sus movimientos y sus más de dos metros de altura llamó la atención de la gran cantidad de personas que circulaba por el centro al mediodía.
En medio de la marcha, un camión transportador de caudales de la empresa Brinks fue blanco de la furia de los depositantes, que lo enchastraron con pintura en aerosol y desinflaron sus neumáticos.
El batir de los cacerolazos se mezcló por momentos con los bombos de la manifestación de farmacéuticos frente a la sede del Pami por las deudas que soportan de las obras sociales, el desabastecimiento y la imposibilidad de adquirir remedios con aumentos.
La protesta entrada la tarde en Buenos Aires se vistió de fiesta. En coincidencia con su celebración, las murgas realizaron un carnaval por las calles porteñas.
En la ciudad de Santa Fe a parte de la protesta de los ahorristas también se registraron movilizaciones de desocupados y docentes por la distribución de planes de empelo y en defensa de la educación pública.
En Córdoba hubo un cacerolazo contra el corralito, que hicieron la mayoría de los comerciantes de la zona céntrica junto con sus empleados.
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La Ciudad
