Ni Racing ni Argentinos Juniors pudieron arrancar con un triunfo el Clausura. Puede ser que el que se haya ido más contento fuera el Bicho, ya que aguantó a su rival con 9 hombres y terminó empatando 2 a 2, pero en realidad mereció ganarle al campeón por amplitud en el primer tiempo y al final terminó acovachado en su arco. En el medio, la violencia otra vez dijo presente, en el primer encuentro del año.
Argentinos pudo haber definido perfectamente el encuentro en el primer tiempo porque Racing jugó de manera totalmente desordenada.
Por entonces el conjunto de Reinaldo Merlo quedó muy expuesto al contraataque y atrás corrió demasiado riesgo.
Argentinos fue rápido en la salida y peligroso de mitad de cancha hacia adelante, en especial por la tarea de Cordone, quien en su gol ejecutó de un modo perfecto el tiro libre por encima de la barrera.
Pancho Maciel había sido el primero en acertar, de media chilena y de espalda hacia el arco, favorecido por una pésima salida de Raúl Sanzotti.
Bidal se permitió el placer de su gol bautismal en la categoría al rematar con potencia desde fuera del área grande. La pelota pegó en el travesaño y picó completa tras la línea decisiva.
De haber tenido más precisión en la definición tanto Carlos Yaqué como Daniel Tilger los de Paternal habrían estirado la ventaja hasta un 4-1, si hasta se observaron dos disparos en los postes aliados de Campagnuolo.
Epílogo desparejo
La segunda mitad comenzó con la expectativa por ver cómo se acomodaba Argentinos ya sin Herrón, expulsado por doble amarilla.
Unas 18 mil personas vieron cómo Racing aumentó su presión hasta acorralar a su adversario.
El problema para Argentinos se agravó cuando tuvo que continuar sin Bidal (también por doble amonestación), a tal extremo que la conquista de los albicelestes era previsible.
En ese marco del juego fue Estévez quien hizo la pausa necesaria y dejó en inmejorable posición a Milito, quien venció con facilidad a Sanzotti.
Racing puso haber vencido (sin merecerlo) porque en una escena hubo una mano de Darío Alaniz para desviar un centro de Maximiliano Estévez que iba a aprovechar Milito solo frente a la valla.
Más cerca del epílogo también hubo tarjeta roja para Adrián Bastía, pero el marcador ya fue inalterable. (DyN)