El asesinato del joyero Sergio Moliné y el asalto de su hermano Enrique presentan una serie de macabras coincidencias que pueden erizar la piel de cualquiera y que parecen extraídas de la mente de algún novelista o guionista de telenovelas. nLos dos episodios ocurrieron casi con un año exacto de diferencia, prácticamente a la misma hora de la tarde y en el mismo sitio. nEn ambos casos llovía y no había gente en las cercanías. nTanto Sergio como Enrique Moliné fueron sorprendidos por dos ladrones y los dos ofrecieron resistencia. nSergio esperaba un hijo de su mujer, embarazada de siete meses. Enrique también va a ser padre y su compañera lleva un bebé en la misma etapa de gestación.
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