La piel se les erizó. Gloria, euforia y orgullo corrieron por sus venas a una velocidad inusitada, y quizás ni tuvieron tiempo para dimensionar que acababan de convertirse en protagonistas excluyentes de un momento histórico. Habían pasado pocos minutos de las seis de la mañana de ayer cuando los 21 operarios que trabajaron toda la noche sobre el puente principal de la conexión física Rosario-Victoria terminaron de unirlo y así conectaron las costas de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. La tarea estaba cumplida. Y La Capital estuvo ahí para atestiguarlo. Un fuerte viento y una persistente llovizna enmarcaron la jornada. Pero nada pudo detener el ímpetu con que los operarios emprendieron su tarea. Trabajaron a destajo durante toda la noche. Y las primeras luces del día trajeron la recompensa. Un orgulloso capataz giró su cabeza y buscó una mano para estrechar, al tiempo que el ingeniero de seguridad abrazó a sus hijos, a quienes había llevado hasta allí para compartir juntos ese momento. Alguien sacó una cámara y nadie quiso estar ausente en la foto. Y los flashes se multiplicaron, al igual que las palmadas y las mutuas felicitaciones. Ingenieros, capataces y obreros se fundieron en un solo grupo para que La Capital, que pasó toda la madrugada con ellos, los retratara en una imagen inolvidable. El cansancio desapareció casi al mismo ritmo con que los pechos parecieron hincharse con orgullo único y conmovedor. Así los encontró el amanecer, contemplando juntos el fruto de su trabajo, que se alzaba único e imponente ante las primeras luces del día. Fue una noche fría y lluviosa de febrero. Quizás así lo recordarán muchos. Pero lo que nunca olvidarán será esa última gota de hormigón que terminó de caer tiempo después de las seis de ayer. La misión estaba cumplida. De esta manera, se completó el tramo final del puente principal sobre el canal de navegación del río Paraná y se unieron las dos "T" que tanto cautivaron a los rosarinos en los últimos tiempos. Fueron 90 metros cúbicos de cemento que se colocaron durante la madrugada, cuando desciende más la temperatura. El viernes se retirará el armado metálico (encofrado) sobre el que se asienta la construcción. Por lo tanto, la navegación del canal principal estará interrumpida desde las 6 de ese día y por 24 horas. Fue el último gran avance de la obra que ahora, según la concesionaria, se paralizará el 15 de marzo (ver aparte). Hasta esa fecha van a reforzar las medidas de protección de terraplenes y viaductos, y terminar el empalme con Circunvalación. El tramo ahora ocupado será liberado al tránsito antes de esa fecha.
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