Habían pasado pocos minutos del asesinato de Gregorio Leguizamón, propietario de una granja de la zona norte de la ciudad, y los investigadores del caso ya tenían pistas concretas sobre los autores del hecho. Los testimonios de vecinos del lugar, que vieron como los homicidas escapaban a bordo de un ciclomotor con rumbo a la villa La Cerámica, fueron los primeros aportes para esclarecer el episodio. Desde ese mismo momento, los apodos de Costilla y Serrucho pasaron a la lista de los hombres más buscados por la policía de la ciudad. Sólo tuvieron que esperar que "los tipos se mostraran", dijo un vocero de la investigación. Y así sucedió. Los dos muchachos fueron apresados la noche del viernes imputados de homicidio.
Alojados en la comisaría 30ª, con jurisdicción en la zona donde ocurrió el crimen de Leguizamón, Costilla fue identificado como Carlos Luis Escobar, de 19 años; y Serrucho como Juan José Traconia, de 23. El primero de ellos, a pesar de su corta edad, registra más de veinte antecedentes delictivos, entre ellos otros dos asesinatos.
Según indicó a La Capital una fuente de la investigación, Escobar fue apresado cerca de las 23.15 del viernes por efectivos de la subcomisaría 22ª mientras caminaba por pasaje 1758 al 2100, en el barrio Santa Lucía. En tanto, Traconia cayó ayer a la mañana cuando efectivos del Comando Radioeléctrico de Granadero Baigorria lo sorprendió mientras "asaltaba junto a dos cómplices" a las personas que pasaban por la plaza ubicada en 21 de Septiembre y Las Vervenas de esa ciudad. "Con un cuchillo amenazaban a quienes pasaban por el lugar y le sacaban el dinero", dijo una fuente de la Jefatura.
El crimen de Gregorio Leguizamón ocurrió cerca de las 8 y media de la noche del domingo 20 de enero, en una pequeña granja y almacén de Casiano Casas 1456. A esa hora el comerciante estaba solo atendiendo el local cuando irrumpió un muchacho vestido con la camiseta de Rosario Central. El ladrón lo encañonó con un revólver calibre 38 y le exigió la entrega del dinero. Después le disparó a menos de dos metros de distancia. El balazo impactó en el abdomen del comerciante, que cayó herido detrás del mostrador mientras el asaltante escapaba sin llevarse nada en un ciclomotor en el que lo esperaba su cómplice. Leguizamón sobrevivió unos minutos, pero murió cuando era trasladado en una ambulancia del Sies hacia el Hospital de Emergencias.
La policía, en base al aporte de algunos testigos que presenciaron la huida de los delincuentes, enseguida se puso tras los pasos de los sospechosos. Todo indicaba que tras el homicidio habían huido en dirección a la villa La Cerámica, ubicada a pocas cuadras del lugar del crimen. Precisamente, el vocero consultado, indicó que Costilla vivía en ese asentamiento precario, aunque después se aguantó en el barrio Santa Lucía.
Ayer, una fuente de la Jefatura indicó que Costilla Escobar está sindicado como el autor material del disparo que terminó con la vida de Leguizamón, cargo por el cual mañana será trasladado a los Tribunales para declarar ante la jueza de instrucción Alejandra Rodenas.
En orden a las detenciones, el comisario inspector Luis Selak, a cargo de la Inspección de Zona 2ª de la Unidad Regional II, explicó que los investigadores "sabían que Costilla estaba escondido en el barrio Santa Lucía y por ello le fueron suministradas a los efectivos de la subcomisaría 22ª una foto de prontuario para que lo puedan encontrar. Sólo necesitábamos que se mostrara un poco", relató el jefe policial.
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La Ciudad
