El trono de Holanda ha estado ocupado por mujeres desde 1890, fecha en la que falleció el rey Guillermo III. Todo este período de "poder femenino" -cubierto por una serie de tres reinas: Guillermina, Juliana y Beatriz- tocará, sin embargo, a su fin cuando, el primogénito de la reina Beatriz, el príncipe Guillermo, que se casó con la argentina Máxima Zorreguieta, suba al trono. En 1898 fue investida la reina Guillermina, que contrajo matrimonio a los 20 años con Hendrick von Mecklenburg-Schwerin. La celebración del matrimonio -el 7 de febrero de 1901- tuvo lugar en La Haya y fue la primera boda real que se celebró en el territorio holandés. Su marido, Hendrick, fue también el primer esposo de una reina al que se otorgó el título de príncipe. La soberana y su esposo tuvieron, en 1909, una única hija, Juliana, a quien le dejó el poder durante 1948. Siendo aún princesa, Juliana se casó en 1937 con Bernhard von Lippe Biesterfeld y en la boda quedó patente la gran popularidad de la que disfrutaba la Casa Real holandesa. Las calles se quedaron desiertas porque todos los ciudadanos se encerraron en sus casas a escuchar por la radio el relato de la ceremonia. Juliana cedió el trono a su hija Beatriz en 1980, el día de su 71 cumpleaños, diciendo: "Tarde o temprano los que envejecen deben enfrentar el hecho grave de que su fortaleza se desvanece y que es irresponsable seguir". La boda de Beatriz, actual soberana, y Klaus von Ambsberg se celebró en 1966 en Amsterdam: fue el primer casamiento real que se retransmitió por televisión y fue la primera reina holandesa que no contrajo matrimonio con un príncipe. (Ansa)
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