Año CXXXV
 Nº 49.377
Rosario,
viernes  01 de
febrero de 2002
Min 15º
Máx 28º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Investigan el homicidio de un levantador de quinielas de zona sur
Matan a un anciano en su precaria vivienda
David Rubini fue estrangulado en su casa de Gálvez al 2800. Para la policía se trató de un robo

Eduardo Caniglia / La Capital

La vida de David Raúl Rubini transcurrió durante 80 años en una humilde casilla de madera de Gálvez al 2800. El anciano se ganaba la vida levantando apuestas de quiniela en un bar de pasaje Independencia y Ovidio Lagos, a sólo 100 metros de su hogar. Cerca de las 5 de la tarde de ayer, un vigilador privado que lo custodiaba cuando realizaba trámites bancarios lo acompañó hasta la esquina de su casa. Rubini ingresó al inmueble y una hora después los ladridos de la perra del anciano alertaron a un vecino. El hombre entró a la casilla y se encontró con una escena desgarradora: el anciano estaba muerto, tirado en el patio y con signos de haber sido estrangulado.
Rubini tenía 83 años y era soltero. Un sobrino de 55 años ocupa otra casilla de madera instalada a pocos metros del portón de ingreso del inmueble donde ocurrió el homicidio, pero ayer este familiar había viajado a Córdoba y entonces la víctima estaba sola.
De acuerdo a lo que los investigadores pudieron reconstruir, el mediodía de ayer Rubini repitió su rutina diaria: fue a almorzar a la casa de su sobrina y regresó a su vivienda cerca de las 13. Después, según contó un allegado, fue a una agencia de loterías situada a unas dos cuadras del lugar para entregar "las planillas con las apuestas" y el dinero recaudado.
Ese trámite Rubini lo realizó custodiado por un vigilador privado. "Como lo habían asaltado por tercera vez unos veinte días atrás, cuando caminaba por Ovidio Lagos entre Gálvez y Virasoro, había decidido que lo acompañara un vigilador", relataron allegados al anciano.
Luego de cumplir con el trámite, Rubini volvió a su casa bajo la atenta mirada de su custodio, quien lo lo vio entrar desde la esquina de Lagos y Gálvez. El reloj indicaba las 5 de la tarde y todo transcurría con aparente normalidad.
Una hora después, los gritos de la perra de Rubini alertaron a un vecino. El hombre, poseedor de un juego de llaves de la vivienda para poder "alimentar a los pájaros" que criaba el sobrino del anciano, pensó que "algo extraño" había ocurrido y entonces decidió entrar en la casa. Apenas atravesó la puerta se encontró con una escena desgarradora: Rubini yacía sobre el patio estrangulado. Tenía marcas en el cuello y un golpe en la nariz, aunque su rostro estaba intacto.
"Las huellas en el cuello son leves y la lesión que tiene se puede haber provocado por una caída", explicó el comisario José Luis Juárez, jefe de la Brigada de Homicidios de la policía rosarina.
El jefe policial también indicó que "en la casa había algunos cajones abiertos" y especuló que el móvil del crimen "fue el robo". "Presumimos que se llevaron dinero", aunque no sabemos cómo entraron él o los autores del hecho. Tal vez el hombre les franqueó la puerta o lo esteban esperando adentro", comentó Juárez.

"Una muerte violenta"
Mientras el oficial dialogaba con La Capital, la sobrina de Rubini con la cual el hombre compartió su último almuerzo estaba angustiada y sentada en una silla frente a la casa. La mujer no encontraba motivos para explicar el crimen de "ese hombre menudo y callado", como lo describió.
A pocos metros de allí, los vecinos recordaban que el anciano siempre se había ganado la vida "levantando apuestas de quiniela, aunque durante un tiempo tuvo una verdulería", contó una mujer de unos 60 años. "Era una excelente persona que se llevaba bien con todos los vecinos", decía otra mujer.
Mientras los vecinos parecían desconcertados y no lograban entender lo que había ocurrido, llegó al lugar la jueza de instrucción de turno Alejandra Rodenas, pero la magistrada sólo explicó que "estamos frente a una muerte violenta que debemos investigar" cuando se retiraba de la casa.
También se presentó en el lugar el jefe de la Unidad Regional II, comisario mayor Jorge Pupulín, que luego de inspeccionar la escena del crimen conversó con los familiares de la víctima para explicarles los pasos que debían seguir en la investigación del caso, que está a cargo de efectivos de la comisaría 5ª y de la Brigada de Homicidios.



El jefe de policía consoló a la sobrina de la víctima.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Entre comisarías y bancos
Diario La Capital todos los derechos reservados