Kabul y Washington. - Facciones rivales de Afganistán se trabaron en combate ayer por el control de un pueblo en el sur del país, que dejó 60 muertos, y demostró la fragilidad interna del país. El estallido dio peso al llamado del líder interino afgano Hamid Karzai a una expansión de la fuerza de seguridad internacional. Karzai visitó ayer Londres, donde fue recibido por el premier Tony Blair.
A su vez y tras la declaración del presidente estadounidense George W. Bush de ampliar la guerra contra el terrorismo, Estados Unidos y Filipinas iniciaron ayer ejercicios militares conjuntos para erradicar a los extremistas musulmanes en el sur de Filipinas. Se dio comienzo así a la segunda fase de esa guerra mundial antiterrorista, con la participación de 600 efectivos estadounidenses en calidad de asesores.
Sin embargo, mientras la guerra aparenta estar cerca de una victoria total en Afganistán, la anarquía parecía socavar el gobierno de Karzai y las esperanzas de una paz duradera. Los afganos desean que la fuerza de seguridad, encabezada por Gran Bretaña, se extienda a otras ciudades y su mandato se prolongue "como garantía, como un compromiso de la comunidad internacional de quedarse en Afganistán", expresó Karzai.
Subrayando las dificultades que enfrenta Karzai para encaminar a su país por la vía de la reconstrucción, intensos combates se registraban ayer en el poblado sureño de Gardez entre facciones rivales pashtún. La agencia de noticias Prensa Islámica Afgana, con sede en Pakistán y protalibán, informó que 38 personas habían muerto. Otras fuentes elevaban esa cifra a 60.
"Hay combates en tres lados del pueblo. Hubo combates anoche, pero desde la mañana se han intensificado", relató al teléfono Abdul Wali, miembro del consejo tribal del poblado. Wali, quien también es hijo del gobernador recientemente nombrado de Gardez, Padshah Khan Zadran, dijo que las dos partes combaten en el pueblo con misiles, morteros y artillería.
Zadran fue designado por el gobierno interino de Kabul, pero las fuentes del pueblo dijeron que algunos líderes tribales y ex mujahidines dirigidos por un comandante llamado Haji Saifullah se negaron a aceptar su nombramiento. (Reuters)
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La Ciudad
