Los 36 delegados regionales del Pami fueron cesanteados ayer y serán reemplazados mediante concursos en un máximo de 60 días, con lo que se inicia el proceso de federalización de la obra social de los jubilados. La medida incluye al titular de la Delegación IX del Pami en Rosario, Ricardo Volpintesta, quien hasta anoche, según dijo, no había sido notificado del desplazamiento.
La intervención que conduce José Manuel Corchuelo Blasco decidió que las delegaciones pasen a denominarse Unidades de Gestión Local (UGL), que deberán aplicar un modelo prestacional con características propias para cada región.
El cambio en la organización se realizará en un plazo máximo de 60 días, lapso en el que también se definirán "las responsabilidades, acciones y metas que estarán comprendidas en los «Compromisos de Gestión»" que elaborará el Pami, según un comunicado de la obra social.
Los reemplazantes de los delegados se denominarán "directores ejecutivos locales", y estarán a cargo de brindar las "prestaciones sociales y sanitarias, que serán organizadas por el Pami en base a un modelo prestacional para cada jurisdicción provincial y de las regiones del país", continuó el comunicado.
Los llamados a concurso para la cobertura de las direcciones se realizarán dentro de los 60 días, a partir de ayer, estableció la resolución de reestructuración del Pami, en la que también se agrega que "los aspirantes al cargo a crear no deberán ejercer funciones prestacionales o de representación profesional incompatibles con el Instituto".
Corchuelo Blasco aseguró ayer al hablar por una radio que la medida apunta a "transformar la estructura, para que cada delegación regional -que son 36-, no vaya a estar más a cargo de una persona nominada políticamente, si no en base a un concurso".
Según Corchuelo, los aspirantes deberán ser "médicos, expertos en temas de salud o administradores de salud" y que tendrán que contar con "dos años mínimo de residencia en la zona" en la que se postulan como directores ejecutivos.
El titular del Pami consideró que la medida intenta "darle calidad al Instituto y sacarle la política partidaria de la gestión", y que es el principio de la "federalización y descentralización de la política sanitaria" nacional.
Por otra parte, Corchuelo admitió que el Pami debe estar "en el presupuesto nacional para contar con fondos frescos para renegociar con los prestadores", a fin de "proteger a los jubilados".
Fundido y en picada
El desplazamiento de los representantes del PAMI surge el mismo día en que se conoció que el titular de la delegación Córdoba, Carlos Presman, presentó la renuncia a su cargo, en el marco de la severa crisis por la que atraviesa la obra social de los jubilados, cuya filial cordobesa posee una deuda cercana a los 84 millones de pesos.
La política de descentralización y federalización de la obra social de los jubilados había sido anunciada por el propio ministro de Salud, Ginés González García, apenas asumió el cargo, en el marco de una serie de medidas destinadas a reestructurar el sistema de salud argentino.
En este marco, la Superintendencia de Servicios de Salud, que conduce Rubén Torres, comenzó los trabajos para "adecuar el Programa Médico Obligatorio, y cambiar los criterios de distribución de los fondos de las prestaciones especiales". (DYN)